El primer día de "La Estrella"
En la tarde del 2 de mayo de 1966, los "canillitas" gritaban por primera vez el nombre de nuestro diario, que por entonces era vespertino. Así comienzan 50 años de vida.
Es 1966. En el mundo, la gente está pendiente del mundial de Inglaterra. Chile, tercero en el mundial pasado, entra por clasificatorias con el "Zorro" Álamos al mando. En Antofagasta, según el censo de 1960, somos una ciudad de 89.287 habitantes que escucha por primera vez el nombre de "La Estrella del Norte" en la tarde del 2 de mayo de 1966.
Fueron meses de esfuerzo y preparación. Con Mario Cortés Flores a la cabeza, la Sociedad Chilena de Publicaciones y Comercio S.A. lanzaba un nuevo vespertino en la ciudad que buscaba ser una "contribución al progreso cultural y como un medio de difusión de todo lo que constituye la vida del hombre en este siglo", según mencionaba en su discurso inicial el gerente de la empresa, Enrique Schröder.
Luego de esas palabras, el intendente Juan Siglic accionó el mecanismo para echar a andar la rotativa que imprimió los primeros ejemplares, que se repartieron entre los asistentes a la histórica reunión. En esa edición de 12 páginas, el titular principal era tenebroso, reflejo de un mundo en plena guerra fría: "Peligro Atómico". En el artículo, los profesores Carlos Espinosa y Aníbal Gálvez medían la radiactividad en Antofagasta, a propósito de una prueba nuclear en la polinesia francesa. "A nuestra América Latina le espera también una dosis no normal de radiactividad", advertía el profesor Gálvez, de la Universidad del Norte.
La nuestra fue la segunda "Estrella" en Chile, tras la de Valparaíso, vespertino fundado en 1921. Luego vendría "La Estrella de Iquique", en diciembre de ese mismo 1966, "La Estrella de Arica" en 1976, la del Loa en 1979, y así. Pero esa es otra historia.


