Denuncian masiva captura ilegal de pájaros en Paposo y Taltal
Cazadores tienen al menos veinte jaulas entre las quebradas de la comuna para hacerse con el yal y el chirigüe. Según agrupación "Caminantes del Desierto", los animalitos son cotizados como mascotas por su colorido y canto.
Están casi ocultas entre la camanchaca que cubre los cerros entre Paposo y Taltal, pero se dejan ver a medida que se camina por la vegetación que crece en este particular microclima de la región. Jaulas, decenas de ellas, han sido encontradas por la agrupación Caminantes del Desierto, quienes continuamente exploran la biodiversidad de nuestro desierto. Todas estas miniprisiones de fierro buscarían capturar al Yal o al Chirigüe, aves autóctonas del sector que terminan como mascotas dados sus llamativos colores y por su canto.
Para Mauricio González, presidente de la agrupación, la situación es preocupante porque si bien "esto siempre ha sido parte de la micro economía de todo este poblado, inclusive de Taltal", ya son demasiadas las personas que están capturando estas aves ilegalmente. "Son grupos organizados entre diez y quince personas, porque es todo un sistema operativo. Tienen que transportar muchas jaulas, tienen que quedarse en los lugares, hacen ramados para pernoctar y por lo tanto son demasiadas las personas que están metidas en las quebradas. En una ocasión tuvimos un enfrentamiento con un grupo de ellos, sacaron hasta armas blancas", dice.
En la última jornada de exploración que realizaron los Caminantes del Desierto por el sector del Mirador de Paposo, también encontraron jaulas entre las especies vegetales. Pensando que estaban solos, destruyeron un par de jaulas y unos sectores donde los cazadores se parapetan. Sin embargo, escondido, uno de ellos tosió, asegura González. Y claro, estaban arriba. "Tuvimos que salir porque estábamos con niños, si nos hubiésemos quedado, no sé que hubiese pasado", explica.
Y guanacos también
La mecánica de cómo capturan al Yal es la siguiente, cuenta el explorador: Como los yales son territoriales, ponen un yal macho y vienen otros atraídos para espantarlo. Por error, terminan otros yales en jaulitas cercanas al macho. "Estos tipos ni siquiera esperan a que se reproduzcan, sino que simplemente las sacan", cuenta. Y no sólo son yales o chirigües, sino que también caen guanacos y zorros chilla. "Matan los zorros porque saben que les destruyen las jaulas cuando escuchan un ave. También matan guanacos porque venden la carne y las aves rapaces porque cuando andan dando vuelta por ahí cerca espantan todas las aves. Están causando un daño enorme esta gente".
El alcalde Sergio Orellana dice que cuando chico salía a cazar yales, una tradición taltalina. Dice que para el sur son más comunes, pero en Taltal son aves casi únicas. "Tienen que cuidarlos. Pillan veinte pájaros ¿y para qué? Si con uno se puede ser feliz", cuenta. El edil explica que se ha publicitado que la caza de yales es ilegal, pero que las generaciones jóvenes igual van a los cerros a buscarlos. "Es un ave que tiene la libertad de estar suelta, procrear, tener más yalecitos, pero es verdad que es una cuestión muy única de Taltal y no se va a terminar fácilmente".
No hay denuncias
Hasta ahora, Conaf no ha tenido denuncias de cazadores furtivos en el área protegida cercana al sector, el Monumento Nacional Paposo Norte. En años anteriores han llegado denuncias de cazadores pero en la Reserva Nacional Los Flamencos, donde los desconocidos andaban matando vicuñas. Se presentaron querellas y denuncias a la BIDEMA de la PDI, pero poco avanzan.
"Todas nuestras causas se han ido archivando por falta de antecedentes. Es una situación lamentable, pero dadas las características del gran desierto que tenemos, mucho despoblado, no puedes acceder fácilmente a testigos porque actúan prácticamente en el anonimato y dejan muy poco rastro", cuenta el director regional de Conaf, Cristián Salas.
"Ellos saben que es ilegal, pero protegen su negocio y protegen su anonimato".
Mauricio González,, pdte. Caminantes del Desierto."