La feria más freak de Latinoamérica
sebastian rojas rojo
El brujo le sesea cosas al oído a un señor cuyos ojos pequeños de pasas revelan cierto aturdimiento. Ambos hombres están agachados justo debajo de un local donde se expenden fetos de llama. A ese pasillo le denominan el de los brujos. Hay ranas, pezuñas y huesos. Una pata de llama puede ser el control remoto para encender algún espíritu. Hay cartas. El tarot, como siempre, se vende bien. Sin embargo en ese mundillo colorinche de santerías donde los rincones huelen a orín la hoja de coca manda. La hoja de coca habla. La coca puede predecir lo que usted hará a futuro.