Protegiéndose del fuerte sol con unos lentes oscuros, el artista Emilio Monthreald pasa gran parte del día parado junto a una mesa llena de chapitas en una de las explanadas que divide los pabellones de la Exponor. Muchas de las personas que pasan por ahí se detienen. Un minero de seis metros hecho de cobre les da la bienvenida, y la mayoría le toma fotos a la imponente escultura.
Emilio es el autor del "Gigante de cobre", y cuando la gente lo felicita por su trabajo, ya está satisfecho. "Toqué muchas puertas pero me fue difícil", dice. En julio pasado, Emilio habló con "La Estrella" cuando el "Proyecto Génesis" (ese es el nombre real del trabajo) estaba casi listo y guardado en un galpón. La escultura representa a la Madre Tierra entregando la riqueza del mineral al esforzado trabajador, y el artista llevaba ya un año y medio trabajando en ella. "Esto está hecho a punta de patadas, combos, como sea", decía en esa ocasión.
Monthreald no es de esos artistas conceptuales que se codean con el exclusivo mundo de las exposiciones y lanzamientos, porque dice que estuvo mucho tiempo oculto. De hecho, no necesitó inspirarse en nada rebuscado para hacer el gigante, sólo intuición y la 'regla del 3' matemática para terminar las 17 toneladas de concreto y cobre forjado que hoy se expone en la feria.
"Quiero que sea un aporte a la comunidad, que después los artesanos puedan trabajar con esto, hacer réplicas, postales. Ser la nueva imagen de una ciudad, eso es súper importante", dice
-Porque es la mano de una mujer. La mujer ha tomado un rol importante en la minería, porque aparte de ser madres, son trabajadoras, y creo que era súper importante incluirla.
Durante todo este tiempo, el coloso de cobre estuvo en un galpón, esperando la oportunidad para salir al mundo. En julio, Emilio Monthreald soñaba con llegar al Palacio de La Moneda y dejarlo ahí, pero nunca se pudo. Fue el Gobierno Regional quien le dio una manito para hacer las gestiones, y junto a la empresa Ferrovial, demoraron un día y medio en instalar la enorme estructura en Exponor.
En las redes sociales los comentarios son buenos y malos. Unos dicen que la estructura es ideal para estar en un espacio público. Otros no le tienen mucha buena, pero Emilio lo agradece. "Creo que las críticas son constructivas, siempre he tenido muy buena acogida, cientos de personas se han tomado fotografías", dice.
Al terminar la conversación, un hombre le toma unas fotos a su señora en la escultura. Emilio sonríe, otra vez. J