Antofagastinos arrasaron con 2 mil completos en un par de horas
Cuando usted está haciendo trámites por la calle y no tiene mucho tiempo como para buscar un lugar para almorzar o comer algo sumamente elaborado, la solución la tienen varias esquinas del país: es pan, salchicha, tomate, palta y mayonesa. Adivinó. Es el completo, el majestuoso y económico sándwich que ayer tuvo un homenaje especial por parte de la cadena de comida rápida Doggis.
La celebración del "Día del completo" no se realiza en una jornada específica. Algunos restaurantes lo realizan en un día, otros en otro, pero todos coinciden con un precio especial para tantos adictos a esta delicia que deja satisfechos a todo el que lo pruebe. Ayer, Doggis dejó el clásico "italiano" a quinientos pesos, lo que congregó a más público del normal en sus tiendas.
Sin embargo, las largas colas que vimos en años anteriores (hubo una ocasión en que cada hot dog costaba doscientos pesos, cáchense esa) al parecer no se repitieron con tanta efervescencia en esta ocasión. Pese a ello, dos mil completos esperaban ayer por la mañana a los hambrientos clientes que llegasen hasta el local del Mall Plaza Antofagasta.
"Esto se hace todos los años", cuenta Patricio Jiménez, jefe comercial de la cadena, "La finalidad es posicionarse como la marca del hot dog", asegura. La misma cadena tiene promociones especiales a propósito de la Copa América, con productos que incluyen vasos de plástico, la mascota del torneo deportivo, entre otros.
EN EL DOMINÓ IGUAL
Para quienes no hayan alcanzado a pedir su correspondiente completo, en el Dominó, que también tiene un local en el patio de comidas del mall Antofagasta, tiene presupuestado su "Día Nacional del Completo" para el próximo martes 26 de mayo, en el que se realizará una promoción 2x1 del sabor "Vienesa Chile", que incluye pebre, palta y mayonesa. Ojo, que cada completo cuesta $1.950. Como para darse una vueltecita por los completos. J
l Nadie sabe exactamente cómo llegó a Chile, pero la versión nacional del clásico hot dog norteamericano comenzó a masificarse en el restaurant Bahamondes, ubicado en el Portal Fernández Concha de la Plaza de Armas, en Santiago.
Eso sí, allá en Gringolandia estaban acostumbrados a echarle solamente ketchup y mostaza, porque no era muy apetecido por nuestro paladar. Don Eduardo Bahamondes, visionario, se le ocurrió poner al pan una porción de palta, tomate, chucrut y cebolla, creando así la magia. Le fue tan bien, que a partir de ahí todo el mundo comenzó a replicar la idea hasta transformarlo en un clásico.
l Ignacio Araya