El 13 de marzo de 2013 no fue cualquier fecha para los creyentes católicos de Sudamérica.

Ese día renunció la, entonces, máxima autoridad eclesiástica en el mundo, Benedicto XVI, y asumió como papa -de forma inédita- un sudamericano. El argentino Jorge Bergoglio, Francisco I.

Es en ese sentido que la gira sudamericana que hizo Francisco por Ecuador, Paraguay y Bolivia, entre el 5 y 12 de julio, no dejó indiferente a nadie y también trajo consigo una movilización grande de infraestructura como la del popular papamóvil que acarrea a la máxima autoridad de la Iglesia Católica por las calles de los países que visita.

Es por esto que una de las cuatro camionetas que ocupó en su visita a sudamérica el sumo pontífice, específicamente la que recorrió Bolivia, está en el puerto de Iquique hasta diciembre esperando a ser embarcada con destino a Japón, según informaron al interior de las dependencias portuarias.

Land cruiser

Este vehículo papal es de marca Toyota Land Cruiser LC70 y llegó al puerto de la ciudad con las mismas placas patentes, banderas y placa de oro con el escudo del Vaticano con el que recorrió las calles de La Paz y Santa Cruz en su paso por Bolivia.

El vehículo posee un motor de 4 mil centímetros cúbicos, asientos de cuero blanco, una alfombra roja que cubre la cabina trasera y no es blindado.

Desde el sitio especializado en vehículos autoblog.com.ar agregaron que esta camioneta era un 0 kilómetro con un modelo del año 1970, fabricada por la filial de Toyota en Bolivia, Toyosa. Móvil que se sigue produciendo hasta el día de hoy.

Por otra parte, como mencionó el sitio especializado en el "mundo tuerca" éste no fue el único papamóvil que se ocupó durante esta gira.

Sumado al vehículo ocupado en tierras bolivianas, en la gira sudamericana que lo llevó a Guayaquil, Quito y Asunción se utilizaron un Chevrolet D-Max, un Jeep Wrangler y por último una camioneta Isuzu D-Max.

Detalles

Según datos recabados en el portal mtonline.cl, el chofer que ocupó cada papamóvil, en la gira sudamericana, fue un agente entrenado en la Guardia Suiza del Vaticano, quien tuvo solo algunas horas para practicar y familiarizarse con cada vehículo que condujo en estos tres países.

Otra cosa que no cambió, en esta gira por tres países, fue la placa patente de los móviles, que llevaba la inscripción SCV1, abreviación de "Status Civitatis Vaticanae 1, que traducido al español significa "Ciudad Estado del Vaticano 1".

Desde el Iquique Terminal Internacional (ITI) confirmaron las características de la camioneta ocupada en suelo altiplánico y también precisaron que el vehículo eclesiástico partiría probablemente el 14 de diciembre, por lo que el papamóvil estará 33 días en la "tierra de campeones", poco más de un mes.

De todas formas, al tratarse de un traslado de carga se confirmó que no habrá ningún tipo de exhibición al público.

Como son escasas las veces en que un Papa está tan cerca de Chile, hubo quienes viajaron a verlo al país altiplánico como el iquiqueño Raúl Fuentes.

"Fue increíble verlo en vivo. La vez que vino a Chile, era muy chico y gracias al vehículo lo pude apreciar muy bien", sostuvo.

Polémica

La visita del Papa no estuvo exenta de polémicas. Si bien en sus traslados a Ecuador, Paraguay y Bolivia hizo sus recorridos con total normalidad y congregó a miles de fieles, quienes escucharon atentamente las palabras de la máxima autoridad eclesiástica, pero al finalizar su gira fue que Francisco I levantó polémica con sus declaraciones.

Cuando se dirigía rumbo al Vaticano, tras terminar la gira y abordo del avión papal, fue que Bergoglio se refirió a la demanda marítima de Bolivia, que tiene a este país y Chile enfrentados en La Haya.

Al referirse el Pontífice sobre la demanda marítima éste dijo, en declaraciones replicadas por el sitio Emol.com, que "siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo".

En el mismo sitio, también detallaron que Francisco I al ser preguntado sobre si mediaría entre los dos países, el Pontifice lo consideró "como algo muy delicado" y lo situó "como el último paso".

Sobre una posible visita de la máxima autoridad de la Iglesia a Chile no se sabe nada concreto aún, aunque el Arzobispado de Santiago, a través del Cardenal Ezatti, comunicaron los deseos de visitar el país de Francisco I para una fecha a confirmar el 2017.