Redacción - La Estrella del Loa

La familia Martinson- García había cifrado gran parte de sus esperanzas en los resultados que se pudieran obtener en la búsqueda en terreno realizada por la ONG los "Topos".

En ese equipo especializado en el rescate de personas con reconocimiento internacional, que venía a instalarse a San Pedro de Atacama para trabajar en terreno en la búsqueda del guía desaparecido.

Trabajo voluntario que con el correr de los días lentamente arrojaba resultados. Lo primero fue el hallazgo de osamentas, que tras los respectivos análisis científicos, se confirmó que eran de origen animal.

Pero el convencimiento era tan alto que el grupo seguía trabajando en lo que denominaron sectores de interés, que fueron fijados de acuerdo a los antecedentes a los que tuvieron acceso en la carpeta investigativa.

El último de los resultados fue la detección de una anomalía en el sector de una estación fluviométrica que mide el caudal del río San Pedro.

La utilización de un georradar permitió establecer que había algo que estudiar en esta área. La dimensiones de esta supuesta falla en un comienzo hicieron pensar que se podía tratar de un cuerpo.

La esperanza aumentaba. La familia y el círculo más íntimo de Kurt sentían que esta vez sí estaban cerca de encontrar respuestas a las interrogantes que tienen desde hace ya casi 15 meses.

La condiciones climáticas se volvían caprichosas e impedían que el trabajo fuera todo lo expedito que pretendían los "Topos", quienes a estar alturas ya contaban además con el apoyo de personal de Carabineros, específicamente del Servicio de Encargo de Personas, SEP.

Los anhelos se fueron lentamente derrumbando, cuando entrada la madrugada el jefe de grupo estuvo en condiciones de aclarar que la anomalía no se trataba más que de piedras, madera y algunas ramas.

Fue un trabajo arduo el realizado por los voluntarios, quienes no evalúan el proceso como un fracaso y destacan el balance general que consiguieron.

"Habían esperanzas, pero siempre se dijo 50 y 50. Jamás voy a bajar los brazos, el trabajo de los topos fue magnífico. Seguiremos buscando", respondió escuetamente la madre Ana María García.

Para el jefe del grupo de búsqueda, Francisco Lermanda, la evaluación a pesar de no conseguir ubicar a Kurt, es positivo.

"Siempre es un logro poder descartar, no solo tener un hallazgo. El trabajo exhaustivo nos da un avance en este proceso, descartando una tremenda zona de interés y con eso empezar a trabajar otras líneas investigativas", precisó.

Recorrieron desde la frontera con Bolivia, hasta la estación fluviométrica y de ahí hasta el hotel Alto Atacama.

El trabajo más duro concluyó. Dos de las tres patrullas abandonaron la zona. La restante realizará trabajos específicos en otras zonas de interés, siempre con un objetivo claro, encontrar a Kurt.

"Habían esperanzas pero siempre fue 50 y 50. Seguiremos buscando".

Ana María Garcia, Madre de Kurt