Ignacio Araya Chanqueo
Después de una larga jornada de limpieza en la casa, la vecina Olga Matamoros ya estaba lista para ir a acostarse pasada la medianoche de ayer. Estaba en eso, cuando de pronto la llama su vecina: afuera de la casa, ubicada en la esquina de avenida Bonilla con Julio Montt Salamanca, había estallado una matriz de agua potable. La casa de doña Olga da hacia el cerro, por lo que la inclinación hizo que el agua entrara y arrasara con lo que pillara a su paso.
Cuando "La Estrella" visita la casa de la vecina del sector norte, toda la familia está aún limpiando todo el paso del agua. En las paredes hay marcas de al menos 30 centímetros de altura, y las hijas de doña Olga están tratando de rescatar los productos de belleza que vende la dueña de casa.
Del refrigerador y la lavadora, nada más queda por hacer. "No, si se perdió. El equipo de música estaba flotando", apunta don Manuel Rodríguez, también residente del hogar. La madre mira con resignación los sillones que había comprado recientemente y que ahora siguen chorreando agua y pronto sufrirá los efectos de la humedad. "¿Me va a creer que me lo compré en diciembre? Y mire ahora", apunta.
Según explica la vecina, la rotura comenzó a la una de la madrugada, y a las tres llegó personal de Aguas Antofagasta a reparar el desastre. Según cuenta la familia, la empresa habría dicho que debían hacer un inventario para reponer lo perdido.
"Pusieron un tubo nuevo, trabajaron toda la noche y me dijeron que iban a venir a pavimentar", explica Rodríguez, apuntando al pequeño cerro de arena que denota las labores realizadas durante la madrugada para frenar el paso del agua, que hasta ayer en la mañana aún se podrían ver rastros abajo, por Héroes de la Concepción.
Hasta el play 4
Al lado de su casa, María Inés Toledo las vio igual de mal. Estaba justo ayudando a la familia de doña Olga para que no siguiese entrando más agua, pero el líquido se filtró por otra parte y entró también a su casa.
Así iban cayendo los electrodomésticos del hogar: dos refrigeradores, sillones, máquinas trotadoras. La vecina sostiene un Playstation 4 que aún bota gotas de agua como si fuera un calcetín mojado.
"Estoy haciendo recién aseo, hasta los zapatos salieron también para afuera. Ahora estoy limpiando el baño, porque rompieron la cámara, taparon con arena y todo quedó hediondo. Ojalá respondan algo", cuenta doña María Inés. En el patio, aún quedaba evidencia del agua acumulada en la madrugada.
"La Estrella" intentó en reiteradas ocasiones comunicarse con la empresa Aguas Antofagasta para conocer los plazos de reparación del ducto averiado y mayores detalles de lo ocurrido, pero fue imposible.
1.30 horas de ayer partió la emergencia en la intersección de Bonilla con Julio Montt Salamanca.
30 centímetros de altura tenía la marca del agua en la casa de la familia Matamoros.
ignacio.araya@estrellanorte.cl