Leonardo Riquelme C. - Medios Regionales
Tras dos años y medio de tramitación, la Cámara de Diputados aprobó ayer la ley de fomento al reciclaje, que quedó lista para su promulgación por parte de la Presidencia de la República.
En lo concreto, cuando entre en vigencia la iniciativa obligará a los productores e importadores de seis industrias a hacerse cargo de la recuperación y gestión de los residuos una vez que concluyan sus vidas útiles.
Con esta obligación deberán cumplir quienes produzcan aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, envases y embalajes y neumáticos. Su selección se debió a que son de consumo masivo, de volumen significativo, tres de ellos son de residuos peligrosos, factibles de valorizar y se puede generar una regulación comparada con ellos.
"Formalizar esta industria, no es propio de países ricos, sino que de países inteligentes. Con este ley llegó el momento definitivo de pasar de la cultura de lo desechable a la cultura de lo reutilizable", dijo el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, que calificó la aprobación como "histórica".
Según la cartera, la normativa permitirá que el reciclaje pase de 10 a un 40%.
El factor comunal
La ley reconoce a los empresarios, fabricantes de productos prioritarios, los consumidores y a los "gestores" de estos residuos, que serán las compañías, los municipios y los recicladores de base.
Estos últimos ahora deberán formalizarse, registrarse y certificarse en el Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales.
A los municipios la ley les permitirá celebrar convenios con sistemas de gestión y con estos recicladores. Asimismo, tendrán que pronunciarse sobre las solicitudes de permiso para la instalación u operación de instalaciones de recepción y almacenamiento.
Adicionalmente, tendrán que incorporar en sus ordenanzas la obligación de separar los residuos en origen, cuando proceda; y promover la educación ambiental y la prevención en sus comunas.