Ignacio Araya Chanqueo

Todos los meses, cada día 15 o 30 pasa lo mismo en la calle Borgoño, en Mejillones. Apenas los sueldos están depositados en las cuentas corrientes de los mejilloninos, todos comienzan a prepararse mentalmente para hacer cola en esa calle. Ahí está ubicado el cajero automático del Banco Santander, uno de los dos que van quedando en esa comuna para atender las necesidades de sus doce mil habitantes.

"Esto incomoda a las personas. Falta un banco y más oficinas", dice Raúl Olivares, uno de los vecinos que ayer realizaba sus trámites. El problema es que, como son tan pocos los cajeros, muchas veces los fines de semana se acaba la plata y simplemente no hay de donde más sacar. El cajero más cercano está en Antofagasta, a 65 kilómetros.

La historia de la falta de efectivo en Mejillones lleva al menos tres años, pero la cosa sigue igual y la ciudad sigue creciendo. El año pasado, Banco Estado anunció que construiría una sucursal en esa comuna y que estaría lista para su uso en el segundo semestre de 2015. Ahí está: aún en construcción. "Están recién empezando a hacer movimiento de tierras", cuenta el alcalde Marcelino Carvajal.

En algún momento, en Mejillones hubo cinco cajeros automáticos. "Pero cerró el supermercado que tenía uno, el otro se terminó sacando porque rompían todo, era un desastre. La gente no cuida, teníamos cinco cajeros y ahora solo dos", reflexiona el edil. "Todo el mundo maneja plástico, la gente no anda con plata en las manos", comenta Carvajal.

Y los pagos igual

"Para sacar plata hay que hacer una fila de toda la cuadra. Media hora de fila", dice Bryan Zepeda, uno de los mejilloninos que ayer estaba en la "otra" cola. Un poco más allá, la Caja Vecina del Banco Estado recibe los pagos de luz, agua, y también los servicios de ese banco. A toda velocidad, la vecina que atiende la Caja va cortando recibos y recibiendo pagos. En un día, al menos atiende a 200 personas.

Según el dueño del local donde está la Caja Vecina, Carlos Orellana, acá los montos de las transacciones son limitados. "El máximo que tenemos son 200 mil pesos. Imagínese los pagos, no le damos prioridad a los pagos altos", dice. Si ayer había una decena de persona haciendo la fila, los lunes esa cifra se multiplica hasta cruzar la cuadra. "Acá se pueden demorar hasta cuarenta minutos , una hora esperando", comenta.

En esta fila, Bryan Zepeda se demoró veinte minutos en su trámite. Y con la tarjeta y un par de recibos en la mano, se va en su bicicleta, por fin, de la aburrida cola.

200 mil pesos es el monto máximo de transacción en las Caja Vecina del Banco Estado.

Desde el 14 de marzo que Aguas Antofagasta realiza trabajos frente a la Segunda Compañía de Bomberos de Mejillones, en el sector centro de esa comuna. El trabajo, que tiene una duración de 90 días, obligó a cerrar una pista de la calle Manuel Rodríguez -adyacente al cuartel- para recambiar el colector y la matriz de agua.

Sin embargo, según el superintendente de Bomberos en esa comuna, Jayro Arriagada, cuando abrieron la calle, el lunes, no les avisaron previamente que romperían el pavimento para hacer la obra de reposición. "Desde un principio fue pura falta de comunicación que pudo entorpecer las emergencias", señala.

Según explica Arriagada, se dieron facilidades para la obra, reubicando carros de gran envergadura y dejando solamente los livianos en el cuartel, permitiendo su paso por una pista de Manuel Rodríguez que está junto al portón. "El carro de rescate pesado, que se ocupa cuando hay accidentes múltiples, está en la tenencia, a unas cinco cuadras", dice el superintendente.

En tanto, Aguas Antofagasta señaló en un comunicado que antes que comenzara la obra "se realizaron las conversaciones con todos los actores: Departamento de Obra, Departamento de Tránsito, Carabineros y Bomberos, con el objetivo de coordinar la salida de sus carros sin ningún inconveniente".