Cartas
Más vale prevenir
Las condiciones naturales de nuestra geografía, sumadas a factores humanos asociados al emplazamiento de viviendas, riesgo de incendio en inmuebles deteriorados o la creciente construcción en altura, hacen necesario asumir una constante supervisión y mejora de los parámetros y normativas vigentes en materia de seguridad. Al fin de cuentas, se trata de estar preparados frente a emergencias, prevenir accidentes, evitar lesiones y, en casos extremos, salvar vidas.
Por ello a contar de este año, en virtud a la Ley 20.296, todos los edificios deben someter sus ascensores a una permanente y estricta mantención y certificación, las cuales deben ser exigidas por todos quienes habitan u ocupan sus dependencias. A esto se suma una capacitación a los administradores y vecinos que viven en edificios, sobre cómo hacer frente a emergencias, tales como sismos e incendios. Para ello, junto a simulacros realizados en varias regiones, el Minvu puso a disposición de las comunidades un Plan de Emergencia básico, que les permite no solo identificar riesgos potenciales, sino también: ejercitar planes de evacuación, supervisar el correcto funcionamiento de escaleras presurizadas, y mejorar la señalización para emergencias.