Leonardo Vallejos - enviado especial a Río - Hasta las 19:30 hrs. de ayer.
En el 2010 decidió que el tiro con arco sería su deporte. Impulsado por su familia, toda ligada a esta especialidad, comenzó a disparar en fajos de paja en su natal Concepción. Hoy el escenario cambió. Pasó del frío sureño al extenuante calor carioca, pero ahora representando a Chile en el Sambódromo de Río de Janeiro. Siguió haciendo historia y no tiene techo.
Es Ricardo Soto, el nuevo niño prodigio del deporte chileno, quien con sólo 16 años está deslumbrando en Brasil. Todos hablan del chico que se lució ante la afición local y clasificó a octavos de final en los Juegos Olímpicos.
En San Pedro de la Paz, comuna de la VIII Región, era el segundo violín en la orquesta infantil, pero la mudanza a Arica en el 2009 también llevó consigo el cambio de prioridades. Allá se unió a su hermano David quien ya practicaba el arco. Y le gustó. No dudó entre el fútbol, tenis, básquetbol. No. Su mamá, Francisca Pedraza, también es arquera, entrenadora y jueza de esta disciplina. Justamente su hermano, quien hoy trabaja palmo a palmo con él, fue su primer entrenador. Ahora también está con el alemán Martin Frederick.
Ayer llamó la atención la frialdad que demostró. En los 32avos de final le ganó al bieloruso Prilepov en la "flecha de la muerte". El europeo puntuó un 10. Y el chileno no tembló y se sacó otro 10, pero más cerca del centro.
Con todo el público en contra enfrentó al brasileño Oliveira. Ganó con facilidad. Incluso el local lo amenazó con un 10. La hinchada carioca se vino abajo. ¿Le pesó? Nada. Respondió con otro mejor tiro.
"Es muy maduro emocionalmente. Él no enfrenta estos desafíos con frialdad, es muy caliente, con sensaciones intensas. En los momentos claves maneja muy bien las emociones", dice su psicólogo deportivo, Enrique Aguayo.
Ya había hecho historia al ser el chileno más joven en clasificar a un JJ.OO. También al ser el primer tirador con arco que consiguió meterse en una cita de los cinco anillos. Y ahora está entre los 16 mejores del mundo.