Murió bombero insigne de Antofagasta
Don Germán Moya fue hijo ilustre de la ciudad en el año 2013. Es reconocido y recordado por su gran amor y dedicación a la institución de Bomberos.
Fabiola Vega Molina - La Estrella de Antofagasta
Ayer fue un día triste para los bomberos de Antofagasta. Durante la madrugada del domingo, Germán Moya González, quién fuera voluntario insigne de los cuerpos de bomberos de Chile, falleció en su domicilio a la edad de 85 años. Según bomberos, don Germán murió mientras dormía.
Moya nació el 24 de julio de 1931 en Antofagasta. Ayudar a los más necesitados, ser los primeros en llegar a una emergencia y, lo más importante, salvar vidas, fueron las razones que lo llevaron a ser voluntario. A los 32 años hizo ingreso a la que quizás fue su casa y refugio gran parte de su vida, la Sexta Compañía de Bomberos de la ciudad.
Fueron 53 años los que dedicó a ser parte de los "chicos buenos". En "la Sexta", demostró sus dotes de líder y de ser un muy buen compañero.
Y es que es recordado y reconocido como un hombre disciplinado, místico y muy comprometido con la institución.
Así lo dice Cristián González, primer comandante de Bomberos de Antofagasta y que lo conoció a mediados de los años 90', cuando apenas tenía 21 años y era capitán de la Cuarta Compañía. "Le gustaba dar consejos, sobre todo a los novatos", y añadió que fue fundamental en su formación. A Moya también le gustaba escuchar las opiniones de sus compañeros, una características que ayudó a que éstos tuvieran más confianza en su trabajo y en su líder.
En los años que se dedicó a la institución, desempeñó varios e importantes cargos. Fue secretario, tesorero, consejero de disciplina y capitán del cuartel.
Gracias a su compromiso, dedicación y responsabilidad, obtuvo el cargo de director de la Sexta Compañía, puesto en el que se desempeñó por varios años, por lo que lo nombraron director honorario de este cuartel.
Cuando cumplió 50 años en la institución, fue galardonado con el Ancla de Plata y nombrado, junto a nueve compañeros, "Hijo Ilustre" de la ciudad de Antofagasta, un hecho que lo hizo destacar entre los Bomberos y ser un referente para los más jóvenes.
Según sus compañeros y conocidos, don Germán inculcó su amor por la institución a su familia. Un hecho que rindió sus frutos, ya que su esposa al ver lo tan comprometido con Bomberos, se convirtió en presidenta del Círculo de Damas Sextinas por más de 50 años, y unos de sus hijos, Guillermo Moya García, se transformó en voluntario de los hombres de fuego.
Acompañado por sus compañeros y respetado por los nuevos Bomberos que ingresaron a la compañía, Germán Moya estuvo por última vez en el lugar que lo cobijó por más de 53 años.
Durante la tarde, fue trasladado al cuartel general de Bomberos de Antofagasta, lugar en el que le hicieron guardias de honor y en el que sus compañeros recordaron los buenos momentos que pasaron junto a él
A las nueve de la noche, con el sonido de las alarmas de los cuarteles y en compañía de sus familiares, compañeros y la comunidad bomberil, sus restos fueron llevados hacia el Cementerio General, donde se le rindieron los respectivos homenajes como una muestra de agradecimiento por su larga trayectoria y dedicación a la institución.