El importante curso que están recibiendo los "chicos buenos"
En marzo del próximo año más de 30 voluntarios de las ocho compañías de Antofagasta estarán certificados como intérpretes en lengua de señas. Luego comenzará otro curso para que más bomberos también se capaciten.
Hace un par de años la British Broadcasting Corporation (BBC) publicó un reportaje sobre la sordera, el cual contenía, entre varias historias y comentarios de médicos especialistas, algunas cifras interesantes.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que unas 360 millones de personas en todo el mundo sufren o tienen pérdida auditiva. Es decir, poco más que toda la población de Estados Unidos, el cual es el tercer país más poblado del mundo.
Sin embargo, esa cifra contrasta con la que maneja la Federación Mundial del Sordo, donde explican que son 70 millones de personas las que utilizan la lengua de señas como primer idioma, o en otras palabras, como lengua materna.
En todos los países hay ciudadanos sordos y en el nuestro son entre 450 y 500 mil vecinos con esta condición y que, la mayoría de ellos, habla mediante la lengua de señas chilena… La cual pocas personas no sordas conocen.
Accidente vehicular
A mediados de año la avenida Salvador Allende de Antofagasta fue el escenario, como en tantas otras oportunidades, de un accidente vehicular muy cercano a la intersección con Rendic.
Afortunadamente no hubo personas fallecidas como en hechos anteriores, pero de todas formas acudió Carabineros, personal del Samu y bomberos de la Segunda, Tercera, Cuarta y Octava compañías de la ciudad para verificar que los heridos (leves) estuviesen bien y poder sacarlos de la forma más segura desde los vehículos.
Uno de los autos que resultó más dañado fue un colectivo, el cual iba con pasajeros y donde uno de ellos era un hombre sordo.
A los pocos minutos de ocurrida la emergencia llegaron los "chicos buenos" e inmediatamente después el personal del Samu en sus ambulancias.
Según explica Juan Pablo Arriagada, teniente segundo de la Segunda compañía, "la primera reacción de cualquier bombero en un accidente vehicular es sacar de inmediato a las personas que están al interior de los vehículos afectados, pero no nos percatamos que uno de los pasajeros era sordo a pesar que hacía algunos gestos, entonces cuando atinamos a rescatarlo él se notaba muy inquieto, hasta un poco desesperado...Y es que claro, después supimos que estaba tratando de comunicarse -mediante lengua de señas- con nosotros y como la sensibilidad de ellos es distinta, debido a que sus manos son su medio de comunicación, al tratar de tomarlo para poder sacar del vehículo se ponía nervioso", explica.
Arriagada cuenta que sólo pasaron un par de minutos hasta que funcionarios de Samu llegaron al lugar y de inmediato supieron que él estaba diciendo -con gestos- "soy sordo".
"El choque había sido justo por el costado del auto donde él iba y la puerta más cercana estaba bloqueada, entonces teníamos que sacarlo por el otro costado (…) Afortunadamente no tenía lesiones graves, sólo dolor en una de sus piernas", recuerda el teniente de la Segunda compañía de la Perla.
Curso
A raíz de esta compleja situación donde uno de los heridos era una persona en situación de discapacidad, el Cuerpo de Bomberos de Antofagasta comenzó a gestionar la posibilidad de que algunos voluntarios hicieran un curso de lengua de señas para estar preparados ante situaciones similares.
Bastó un poco de búsqueda en internet y la Agrupación de Sordos de Antofagasta (Asoafta) de inmediato se contactó con la institución para ser ellos quienes traspasaran sus conocimientos hacia los voluntarios en un curso que actualmente está siendo impartido y que fue financiado por Ferrocarril de Antofagasta (FCAB).
"Ellos (Asoafta) desde el primer minuto se mostraron muy motivados a colaborar", afirma Juan Pablo Arriagada, quien además es coordinador de este curso.
El voluntario cuenta que actualmente son 32 "chicos buenos" de todas las compañías que están acudiendo todos los martes y jueves hasta el Cuartel General para aprender sobre la lengua de señas en este curso que tiene una extensión de seis meses: tres para finalizar el ciclo básico y otros tres para el ciclo intermedio.
"Más o menos en marzo, el Cuerpo de Bomberos de Antofagasta tendrá 32 voluntarios certificados como intérpretes en lengua de señas, quienes a su vez tendrán la misión de traspasar sus conocimientos a los demás 'chicos buenos' de sus compañías. Pero este es sólo una parte del programa que hicimos, ya que queremos que Antofagasta cuente con 64 bomberos intérpretes, entonces luego de finalizar la etapa intermedia, otros 32 voluntarios podrán optar a capacitarse y también ser intérpretes en lengua de señas", comenta Arriagada.
Pero este curso tiene algo que lo caracteriza a nivel nacional y que pone a los "chicos buenos" de la Perla del Norte como los más avanzados en materia de inclusión ante emergencias con personas en situación de discapacidad.
Lo que hace único a este curso de lengua de señas es que es el primero en todo Chile que se hace a nivel de Cuerpo de Bomberos. Así afirma el comandante Christian González, quien explica que "han habido compañías de otras regiones que también han capacitado a sus voluntarios, pero son iniciativas de cada una (...) En este curso participan bomberos de las ocho compañías de Antofagasta", asegura.
Anécdota
En los más de 100 años que tienen las compañías de bomberos de la ciudad, son cientos o miles las historias que surgen en las emergencias y varias de ellas han tenido como protagonistas a personas en situación de discapacidad.
Según recuerda Harold Burrows, director de la Segunda compañía, hace unos años un aproblemado padre acudió hasta aquel cuartel para solicitar si podían bajar a su hijo desde el piso 20 en camilla, ya que nadie podía hacerlo.
"Lo subimos a la camilla y junto a varios voluntarios lo fuimos bajando piso por piso. Fue muy importante porque tenía que ir a control médico debido a que mantenía una fractura en su columna", comenta Burrows, quien añade que después de aquel gesto el padre del adolescente les regaló varias cajas de galletas y chocolates.
La Segunda compañía de bomberos de la Perla tiene la especialidad de escala y trauma y todos sus voluntarios (alrededor de 120) tienen un curso profesional con el Samu Metropolitano. A eso hay que sumarle que poseen equipamiento especial, como una ambulancia que puede transportar a tres pacientes, una silla de ruedas para personas con discapacidad y hasta una camilla que puede transportar a vecinos de cualquier peso.