"La vida ha sido muy dura con ella ... pero siempre quiso salir adelante"
Habla la profesora de cocina que tuvo Mariela Bolvarán, quien le abrió las puertas en su empresa.
Redacción - La Estrella del Loa
Quiso en más de una oportunidad torcerle la mano al destino, sin embargo no pudo contra él y terminó asesinada a manos de quien fue su pareja por más de dos décadas.
Mariela Bolvarán (57) supo de golpes duros en su vida. Mil y una vez tuvo que ponerse de pie tras una caída, pero jamás temió volver a equivocarse.
El calvario que vivía pocos podían descifrarlo. Todo su dolor lo intentaba esconder tras una gran sonrisa.
"Era una persona muy alegre y apegada a Dios, era cristiana, ella siempre defendía a sus compañeras. Su vida era muy triste, pero siempre quiso salir adelante", así es como la recuerda su profesora en su curso de cocina, Ninoska Salazar.
Hace más de diez años perdió a uno de sus hijos en un accidente de tránsito. Luego otro cayó en la cárcel por problemas con la justicia. Y lo más duro lo vivía a diario con la tormentosa relación con su pareja Patricio Cruz.
Quiso buscar ayuda. Incluso se decidió a denunciar, pero finalmente en el Tribunal, cuando tenía la opción de liberarse de quien la dañaba, optó por retractarse.
Ingresó a los programas gratuitos que imparte Prodemu. Optó por estudiar cocina. El mundo culinario la conquistó.
Ninoska la conocía de antes, vivieron en el mismo barrio. Luego le perdió la pista hasta que se reencontraron siendo ella la maestra y Mariela la alumna.
Sabía los errores que había cometido y no la quería condenar por eso, al contrario, sabía que su labor era darle una mano para reescribir su futuro.
Durante el curso se enteró de los conflictos que tenía con Patricio, lo que ellos palpitó de cerca al menos en dos oportunidades.
"Hace mucho tiempo empezó con problemas con su pareja. Ella me contó que incluso estuvieron separados. Él fue dos veces a buscarla a clases con armas y tuvimos que llamar a Carabineros. Aquí la principal culpable fue la justicia que no hizo nada", agregó Ninoska.
Uno de los principales problemas que tenía con él, eran por las constantes visitas de Mariela a su hijo que se encontraba recluido.
"Ella me decía, independiente como sea siempre estaré con él, porque así somos las mamás", afirmó la profesora.
Fue con Ninoska con quien compartió sus últimas horas de vida. Celebraron que el lunes había concluido su curso de cocina.
Solo le faltaba realizar algunos trámites para comenzar su práctica. La tarde del lunes estuvo en uno de los negocios de su profesora, donde partió lo que terminó siendo una pesadilla durante la madrugada.
"El día que él la mató ella estuvo conmigo trabajando hasta como un cuarto para la una. El hombre la fue a buscar a la 7 a mi casa, el tipo le dijo por qué estaba ahí, ella debía estar en la casa. Me siento culpable porque debí llamar a Carabineros y no lo hice", remató Ninoska.
Ese día Mariela aprendió a preparar sushi y llevó algunas porciones a casa. Fue a dejárselas a su hija que vivía muy cerca y luego se fue a acostar. Jamás pensó que sería una despedida, porque luego la muchacha no volvería a estar con su madre.
Su hijo, a quien jamás dejó de visitar en la cárcel, contaba los días para recuperar su libertad y reunirse con su madre. Saldrá en diciembre, pero ese día Mariela no estará para esperarlo.
57 años, tenía Mariela cuando su pareja decidió terminar con su vida tras dispararle en dos ocasiones.
4 hijos tuvo la pareja, uno de ellos falleció hace algunos años en un accidente vehicular en Calama.