Recién había empezado su examen de conducir cuando el instructor de manejo le dijo a Angélica Castro (35) que doblara hacia el Terminal Pesquero. Ese 21 de noviembre, Angélica puso el acelerador en vez del freno y el auto se fue volando hacia el mar. Edgardo Aguilera, el inspector, dice que sintió el puro "plash" de la camioneta entrando al agua.
Un poco más allá, Bárbara Villarroel vio justo el chapuzón automovilístico. Se estacionó y saltó al mar a salvar a la shockeada mujer, aún con cinturón de seguridad bajo el agua. La sacó por la puerta delantera y con la ayuda de tres personas, sacaron del agua a Angélica.
"Estoy shockeado total", decía al otro día Edgardo, el funcionario municipal que tomó la prueba de manejo. "Uno sabe el riesgo que corre al ser inspector práctico, pero ahora ésta es la gota que rebalsó el vaso". Obviamente Angélica no pasó el examen, pero podía haberlo repetido. Bárbara, la heroína de la historia, dijo que se había lanzado porque "nadie más lo hizo".