Ignacio Araya Chanqueo
Hasta ayer, en una bodega del Arzobispado de Antofagasta se guardaba un tesoro que pocos sabían que existía: el libro de bautismos de la parroquia Santa María Magdalena de Cobija (1865), un libro de decretos de 1883 y los planos originales del Hospital del Salvador, de 1906. Todas estas joyas históricas fueron entregadas por parte del Arzobispo de Antofagasta, monseñor Pablo Lizana, a la Universidad de Antofagasta para su conservación y digitalización.
Las piezas, expuestas ayer brevemente a la prensa, son de un valor histórico importante. Por ejemplo, el libro de decretos es el primero que se escribió cuando la Iglesia Católica comenzó a administrar estos territorios que -hasta antes de 1879- eran de soberanía boliviana. Con ese documento para la administración eclesiástica de Florencio Fontecilla Sánchez, capellán castrense. El plano del Hospital viene con los detalles de habitaciones, quirófanos, despensa, jardines y casa de las Hijas del Salvador, congregación religiosa fundada por monseñor Luis Silva Lezaeta.
Según el académico Agustín Llagostera, quien estará a cargo de cuidar estas piezas, la idea es que todos tengan acceso a la historia regional. "Nos compromete a resguardar este tremendo tesoro patrimonial, poderlo resguardar, cuidar, someter a procesos de conservación y digitalización para que pueda ser accesible a quien quiera consultar o estudiar sobre nuestra historia", dice, agregando que el material existente no puede ser manipulado así como así, por el riesgo que se siga deteriorando por el paso de los años y su uso.
En tanto, según monseñor Pablo Lizana, en el archivo del Arzobispado -el más importante en su tipo dentro de todo el norte- se mantiene registrada la historia de la presencia de la Iglesia Católica en la región de Antofagasta. "Estamos seleccionando y viendo lo que vale la pena guardar", explica. "Es bueno para una región tener su historia, acá (en la UA) la pueden cuidar bien", señala.
Cobija
Además de una parroquia -que atendía a todas las almas entre el río Loa y el paralelo 24-, la ciudad de Cobija llegó a ser una de las urbes más importantes del litoral. En 1862 incluso habían dos escuelas funcionando ahí. Sin embargo, tras la fundación de Antofagasta, el puerto principal pasó a ser la actual capital regional, ya que se habían descubierto acá más guaneras y salitre. De paso, el terremoto de 1877 la devastó.