Redacción - La Estrella de Antofagasta
Continúa la rendición de pruebas de la Fiscalía, en el juicio oral que se sigue desde el lunes contra un joven de 28 años por robo con homicidio.
El caso conmocionó a los antofagastinos el 23 de octubre de 2015, al conocerse las violentas circunstancias en que fue ultimado en su propio hogar, ubicado en calle Santa Inés 02226 de la población Coviefi, el exprofesor normalista Sótero Luis Gahona Henríquez. El occiso tenía 77 años y según el Ministerio Público en los hechos tuvo responsabilidad uno de sus dos arrendatarios, J.O.A.D.F., quien arriesga presidio perpetuo.
Mientras para el fiscal adjunto Juan Castro Bekios el joven lo asesinó al ser descubierto por la víctima cuando intentaba robarle, para su defensa, a cargo de Miguel Soto Piñeiro, el acusado no quiso matar a la víctima y sólo habría lesiones y un homicidio imprudente.
En la audiencia de ayer declaró el jefe de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI Antofagasta, comisario Herwin Rojas Cortez, quien se refirió ante el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal respecto a las pericias y diligencias desarrolladas y sus conclusiones. Entre las pesquisas de los detectives estuvieron las que establecieron que el joven- que dijo el lunes que no estaba matriculado pero que sí asistía a clases -no tenía condición de alumno de Odontología de la Universidad de Antofagasta (UA). La Dirección de Registro Curricular del plantel informó a los policías que había sido eliminado de esa carrera, ya que el 2015 no inscribió asignatura alguna y tampoco congeló el año.
Rojas detalló que la víctima presentaba más de 10 lesiones producto de golpes con elemento contundente (puños y pies) y no tres golpes, como indicó el acusado. Además, la autopsia constató un traumatismo vertebral, indicando el jefe policial que era atribuible a un mecanismo de hiperextensión de la columna.
En el sitio del suceso- agregó - los detectives constataron un registro en varios muebles, por lo que éstos y otros objetos del entorno fueron periciados de manera exhaustiva, hallando en una caja de medicamentos del fallecido una huella dactilar de J.O.A.D.F.. Esto- dijo - contrasta con la versión del acusado respecto a no haber realizado ningún registro.
El jefe policial se refirió asimismo a empadronamientos en los que testigos situaron al arrendatario deambulando en el domicilio a la hora en que habrían ocurrido los hechos. También describió una reconstitución de escena con dos amigos que esa noche compartieron con el acusado.
Añadió que tras su arresto la casa fue clausurada y al día siguiente fueron realizadas diversas pericias. Rojas afirmó que pese a que J.O.A.D.F. limpió el piso de su habitación, con el reactivo forense Bluestar los peritos hallaron vestigios de sangre y el resultado de las pericias de ADN concluyó que eran de la víctima. También había material biológico de Sótero Gahona en una de las manos del joven.