Claudia Cáceres G.

Cuando estudiaba en el liceo Karina de la Cerda (24) se dio cuenta que ninguna de las especialidades que dictaba el establecimiento al cual asistía respondían a sus gustos y verdadera vocación: la estética integral.

Es por esto que de manera autodidacta comenzó a leer por internet un libro sobre maquillaje y decidió retirarse de los estudios para poder dedicarse por completo a su verdadera pasión, la cual la llevó más adelante a especializarse y hoy tener su propio salón de belleza llamado'Karimile', convirtiéndose en un referente del área en Antofagasta.

Modelos, novias y jóvenes buscan a la actual maquilladora y técnico manicurista profesional ya que su trabajo habla por sí solo, con atrevidos diseños de uñas y las más despampanantes técnicas de maquillaje.

Pero su actual reconocimiento no ha sido fácil, pues necesitó mucho apoyo de su familia "porque prácticamente fue una locura dejar los estudios, pero lo hice porque en el liceo habían puras carreras que no me gustaban; no tenía rubro, no había nada que me gustara asociado a la belleza, entonces empecé a dedicarme a maquillar en sesiones de fotos y en 2010 el fotógrafo Juan Carlos Baeza fue el primero que me abrió las puertas para maquillar".

Trayectoria

Después de años Karina cuenta que empezó a tomar cursos para maquillaje en donde fue validada y reconocida. "Luego en las sesiones de fotos me di cuenta que las niñas iban siempre con las uñas mal hechas y ahí empecé con esa área, antes sólo me arreglaba las mías. Comencé con poquitos colores, después partí a Santiago y ahí le hice las uñas a una chica famosa, Nicole Pérez, quien me ayudó a difundir mi trabajo por las redes sociales".

Con el paso del tiempo a Karina la llamaron para hacer diversos talleres con fines sociales. Hizo uno en la cárcel de Calama, otro en el Sename,en liceos y universidades.

"Estar en la cárcel fue una experiencia súper chocante, pero la verdad es que las participantes estaban súper emocionadas. Maybelline me auspició en ese taller organizado por Injuv, por lo tanto habían kits de regalo para las mujeres. Muchas de ellas habían ingresado por drogas, otras por trata de blanca, unas habían sido mamás en la misma cárcel...fue súper fuerte. A ellas casi nunca les realizan este tipo de actividades y luego salen a hacer nada, tienen más probabilidades de cometer los mismos errores, por eso es muy importante ayudarlas".

La emprendedora menciona que en el Sename pasó una situación similar ya que también le decían que les faltaba apoyo, "y esto es súper necesario porque creo firmemente que la belleza siempre será un incentivo para la mujer en cualquier ámbito", indica Karina.

Sueños

Karina menciona que el 2 de septiembre realizará un taller de automaquillaje en Biblioteca Viva, para todas quienes quieran conocer su trabajo. "El primero que realicé fue una gran experiencia. Estos talleres están enfocados en que la gente se atreva a hacer algo más porque hoy en día cuando tú vas a buscar un trabajo te miran mucho tu aspecto, más que quién eres. El maquillaje te permite ser otra persona, puedes sacar una personalidad diferente que nuncaviste, te da confianza".

Una vez que consolide su salón, dice que le gustaría transmitir sus conocimientos "a mujeres que de verdad lo necesiten. Esa sería mi gran meta porque hay mujeres que les gusta el área de la belleza,pero no tienen los medios para poder costearse un curso. Por eso me gustaría enfocarme en aquellas que realmente lo necesiten. Por ejemplo sé que hay un centro que respalda a quienes han sufrido agresión y me encantaría realizar talleres de manicure o maquillaje allá porque ellas necesitan salir adelante. Muchas no son autosuficientes, dependen del marido y después que se rehabilitan y salen al mundo no tienen herramientas para defenderse".

Karina finalmente quiere agradecer a su abuela Ernestina y abuelo Guillermo. "Ellos respetaron mis decisiones, por eso les agradezco todo y el día en que sea una profesional totalmente buena y reconocida todo será para ellos. También a Jenebiett, que es parte de mi gran equipo".