Cartas
Historia repetida
La pregunta es la misma de todos los años al terminar el Tedeum en la catedral , … ¿Qué hacer para que todas las palabras de la máxima autoridad de la iglesia chilena, no se las lleve el viento?..., una vez más las cámaras de TV hicieron su trabajo, si porque mientras se escuchaban las palabras del Cardenal Ezzati, tocando temas tan propios de esta celebración eucarística, como la reconciliación definitiva y otros nuevos como la funesta corrupción ó la cruda realidad del aborto, todos los rostros en pantalla, autoridades gubernamentales, políticos, candidatos y familia, altos dignatarios de otras creencias, entre otros, muestran caras comprometidas, como que de repente todo les cuadra, es como que las palabras del Cardenal Ezzati les hizo encontrar la pieza clave para armar el puzzle personal en estos delicados temas y ahora sí que se podrán manos a la obra…,…
Palabras más ó palabras menos, casi en coro, todos los participantes al terminar el Te Deum, destacan "el llamado de la autoridad de la iglesia", algo que viene ocurriendo en todos los últimos 18 de Septiembre, el caso es que los años han demostrado que todas estas buenas intenciones, lamentablemente se quedan adheridas en las paredes de la Catedral hasta el año siguiente, una vez más la historia se repite, porque todos sabemos que nada ocurrirá, una vez más las caras de arrepentimiento y compungidas en la Catedral, solo fueron para las cámaras de TV… y Chile deberá seguir esperando el próximo Tedeum, por si pasa algo…
Luis Enrique Soler Milla
Juegos
Lamentablemente cada vez me doy mas cuenta que estamos siendo un país de papel. Un país de mentira, un país sin avance. No sé si estuvimos realmente en algún momento en vías de desarrollo o realmente fue un engaño más del aparataje de nuestras autoridades y políticos, para hacernos creer que eramos un país importante que dejó atrás el subdesarrollo.
Con la noticia del accidente en los juegos mecánicos donde dos menores terminaron lesionados, me doy cuenta que no somos nada. Que nadie fiscaliza, nadie revisa, nadie exige, nadie protege, nadie responde, nadie hace nada y todo sigue.
Somos un país de mentira.
Felipe Pérez