Muchos de los vecinos que viven en Antilhue con Santa Margarita, en la población Coviefi, aportó con un arbolito a la plaza que está en esa intersección. Don Víctor Espinoza es uno de los que se levantan temprano a regar los arbustos para mantener bonito el lugar que construyó la comunidad. Todo es estupendo hasta que aparece un auto a toda velocidad cruzando la calle Antilhue: como el tramo desde Cau Cau al sur no está pavimentado, la polvareda es desagradable para todos quienes viven en esta intersección.
"Estamos absorbiendo el polvo", dice el vecino Víctor, quien a veces también moja la huella para que no se levante tanta tierra. Y claro, hay conductores que van despacito por Antilhue para no dañar sus autos, pero los que pasan soplados por la calle terminan afectando a los vecinos.
Lidia Gómez es otra de las vecinas que por las noches sufre con el ruido por partida doble, porque si no son los autos que pasan metiendo bulla, es el tren que pasa a unos metros de ahí. Inevitable. "De repente como que me pierdo que estoy acá y digo 'el medio temblor'", cuenta. Con respecto a la polvareda de la calle sin pavimentar, doña Lidia opina que más peligroso es que los automóviles vayan a toda velocidad y no se fijen que acá hay una plaza donde hay niños. "Sería bien bueno que apuraran o que se recordaran que tienen que arreglar", dice la vecina de calle Santa Margarita. "Yo pienso que tendría que unirse con la calle de ahí (apunta a Cau Cau) y después seguir hacia allá... ¡si es una polvareda".
Pura tierra
Desde que deja de verse el pavimento, la calle Antilhue sigue un camino de cinco cuadras de tierra hasta perderse en el límite urbano de Antofagasta. Celia Ramos se pregunta por qué aún no han arreglado la calle. "Hasta ahí no más pavimentaron y para acá todo este lado dejaron sin pavimentar. ¿Qué les costaba haber pavimentado todo?", dice.
A la señora Celia le afecta sobremanera el tema del polvo porque vive justo en la esquina donde ya no se ve el asfalto. "Mi casa se llena de tierra todo el día", señala, agregando que cree que el eterno problema de esta calle (más de una vez se ha publicado en estas páginas) es un tema de gestión, "porque si hicieron la huella de Cau Cau, cómo no la hicieron hasta acá".
La vecina también tiene su arbolito en la plaza, y lo viene a regar cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. La plaza está bien hermoseada, pero sólo le falta el pavimento para tenerla espectacular. "Hay otras plazas que están bien bonitas, pavimentadas y todo... pero acá está todo lleno de tierra", se lamenta doña Celia.
"La Estrella" se contactó con el Serviu, quienes están a cargo de ese tramo, y desde la institución señalaron que existe un proyecto para pavimentar el sector, pero que está a la espera de financiamiento para su ejecución.