Cartas
Grondona
Estimado director:
En un afán de encontrar las causas que han llevado en una literal caída libre el desempeño de la selección argentina de fútbol en los últimos tres años, han aparecido varias. La actitud de Messi, su falta de liderazgo, su club de amigos, el DT de turno y otras, pero hay una que ha pasado inadvertida.
Argentina pierde sucesivamente las finales de la Copa América (2015), Copa Centenario (2016), y a duras penas se clasifica al Mundial de Rusia. En el último partido (2017) se va de "boleta" en amistoso previo al mundial con España y ahora está casi con los dos pies fuera del Mundial, salvo un milagro de algún santo.
A propósito de santo, el 30 de julio de 2014 fallece Julio Grondona, eterno y cuestionado dirigente de la AFA con todas las investigaciones de corrupción en el fútbol sudamericano y mundial. Es decir, casi un año antes de la primera final perdida ante Chile por Messi & Cía.
¿Coincidencia o no?, pero a la par de su ausencia de la Conmebol y de la FIFA de Blatter, se desata la cascada de fracasos de la albiceleste, que ni la presencia de Messi ha logrado torcer. Entonces para concluir, ¿quién era más importante y vital para los otrora buenos momentos futbolísticos de la selección argentina, Julio Grondona o Lio Messi? Por todo lo visto, escuchado e investigado, todos los pesos se lo llevaba Grondona y la cara la ponía Messi. Solo basta con recordar la "carita" del 10 cuando Croacia hace su tercer gol y los deja colgando de la cornisa del Mundial en curso, salvo un gran milagro. Pero ya la Argentina de Messi no está para milagros, hace un buen rato que perdió a su santo Grondona y vaya que se nota.
Luis Enrique Soler Milla
Fútbol sudamericano
Señor director.
Siempre he pensado que el mejor fútbol se practica en Sudamérica, lugar donde han salido los dos más grandes jugadores que ha tenido este deporte, Maradona y Pelé.
Sin embargo, en este Mundial he visto cómo cada día que pasa las selecciones de Sudamérica van de mal en peor, a pesar de tener entre sus jugadores a varios que triunfan en sus clubes, muchos de ellos europeos.
No sé si es exceso de confianza o los jugadores no asumen como es debido el defender los colores de su país.
Lo que para mí sí está claro es que Chile en este escenario era un buen candidato al título.
Rodrigo Encina