Cartas
Solicitud
Estimado director:
Ante la solicitud del dirigente del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán al Gobierno para que les sean asignados 12 escaños en el Congreso (10 diputados y 2 senadores) a los pueblos originarios y mapuches, para que defiendan sus derechos, entre las razones esgrimidas es que los mapuches son más de un millón de personas.
Entonces los pensionados que reciben paupérrimas pensiones, los profesores que siguen esperando que les paguen su eterna deuda, los enfermos que siguen esperando para ser atendidos en centros de salud en eternas colas, los alumnos que no han visto satisfechas sus diversas demandas en el tiempo, los chilenos que siguen viviendo hacinados en campamentos, los integrantes de la tercera edad que se sienten abandonados por la sociedad, igualmente que niños y jóvenes vulnerables, las minorías sexuales, los afectados por contaminación de metales pesados y basurales, por nombrar solo algunos grupos en que cada uno debe sumar fácilmente más de un millón de personas, también tendrían todo el derecho de solicitarle al Gobierno tener sus propios representantes en el Congreso, tanto como diputados y senadores designados, para que defiendan sus derechos, personas que tengan sus mismos problemas.
En el pedir no hay engaño, pero lo más indicado es que las personas que lleguen al Congreso cumplan un estricto proceso de selección en diversas materias, personales, profesionales y laborales. Y no como hoy que solo basta la licencia secundaria y respirar, además que hacen crecer exponencialmente la presencia de asesores para apuntalarlos en sus labores legislativas.
Más que cantidad, Chile necesita calidad.
Luis Enrique Soler Milla
Opinión
Señor director:
Sabio el padre Berríos en la opinión que dio con respecto al cartelito municipal. No ha trabajado en la administración del Estado, pero sabe desde su óptica de verdadero y único líder natural, el cómo deben funcionar los servicios públicos, sobre todo cuando se trata de atender problemas de orden social.
Muchos tienen que digerir las palabras del padre Berríos, especialmente la aludida de la municipalidad que se tomó dos años de aprendizaje, más dos años de práctica del aprendizaje para demostrar a través de un aparatoso cartelito que jamás entendió nada, ni siquiera la dimensión social de una municipalidad.
Eric Latorre R.