Esta 'monstruosa' galaxia crea mil veces más estrellas que la nuestra
Si bien ya había sido observada antes, fue el telescopio ALMA en la Región de Antofagasta el que reveló datos bastante precisos de este verdadero monstruo cósmico, el que se encuentra bastante lejos: a 12 mil 400 millones de años luz de nosotros.
El Universo es tan grande que sobrepasa la comprensión humana. Las distancias son tan gigantescas que resultan inimagibles para nuestro sentido común por como estamos acostumbrados conocer las distintas cosas. Por ejemplo, todos los días vemos el Sol en su máximo esplendor e iluminando el cielo, pero resulta asombroso pensar que nuestra estrella se encuentra a 150 millones de kilómetros de La Tierra y que la luz que llega hasta nuestros ojos tarda ocho minutos en viajar desde allá.
Dado que no hay nada más rápido que la luz, la cual alcanza los 300 mil kilómetros por segundo, los científicos utilizan esta comparación para calcular las extremadamente gigantes distancias en el Universo. Sólo a modo de ejemplo, La Luna -nuestro satélite y el objeto más cercano a nosotros- está a 380 mil kilómetros y la luz desde nuestro satélite tarde en llegar poco más de un segundo hasta nuestros ojos.
El Sistema Solar es también inmenso, tan grande que la luz tardaría 4,26 horas en llegar hasta Neptuno, el último planeta y aún no terminaría. Más allá, continúa creciendo el Cosmos, siendo el Sol una de las más de 200 mil millones de estrellas que forman parte de la Vía Láctea, nuestra galaxia, un objeto descomunal en el que se encuentra La Tierra.
Nuestra galaxia, una más en la profundidad del Espacio, tiene 100 mil años luz de diámetro de tamaño y siguiendo en esa línea de dimensiones y distancias sorprendentes, nuestra vecina más cercana la Galaxia de Andrómeda, está a sólo 2,5 millones de años luz de nosotros.
Monstruo estelar
Entiendo esto de los tamaños y distancias gigantescas de nuestro Universo, llaman más la atención los nuevos estudios que realizaron los astrónomos del observatorio Atacama Large Millimeter Array (ALMA), ubicado en la Región de Antofagasta, en el Llano de Chajnantor, y que dieron a conocer a fines de agosto.
Los astrónomos se mantienen estudiando una "galaxia monstruosa" -como informan en su sitio web www.almaobservatory.org- ubicada a 12 mil 400 millones de años luz. Es decir, si pudiésemos viajar a la velocidad de la luz, nos demoraríamos 12 mil 400 millones de años en llegar hasta allá o bien, lo que vemos es cómo era esa galaxia hace 12 mil 400 millones de años, que es el tiempo que su luz tardó en llegar hasta nuestro planeta.
Esta galaxia fue llamada COSMOS-AzTEC-1 y si bien había sido descubierta por el telescopio James Clerk Maxwell en Hawai, la observación más precisa a través de equipos de ALMA mediante el uso de alta sensibilidad y resolución , permitieron descubrir propiedades que sorprenden a los científicos. Una de ellas es que las nubes de moléculas de este "monstruo" son sumamente inestables y esto ocasiona que fabrique estrellas a un ritmo desenfrenado, mil veces superior que nuestra Vía Láctea, la que lo hace a razón de una o dos estrellas al año.
El autor principal del artículo científico de este descubrimiento es el investigador de la Sociedad Japonesa para el Fomento de la Ciencia y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, Ken-ichi Tadaki, quien dice que "una de las mejores hazañas de ALMA es observar las galaxias lejanas con un nivel de resolución sin precedentes".
Los expertos además elaboraron el mapa de gas más detallado de una galaxia monstruosa y distante hasta la fecha.
¿Pero cómo es que este tipo de galaxias pueden engendrar estrellas a un ritmo tan altísimo?
Explicación
Para entender eso, primero hay que saber cómo es que se forman las estrellas. Eso es lo que explica la doctora en astrofísica del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, María Argudo, experta en la formación de galaxias:
"Las galaxias no forman estrellas en cualquier parte, sino en regiones de formación estelar, que son extensas masas de gas, llamadas nubes moleculares y que se encuentran en el medio interestelar. Estas nubes están en equilibrio hidrostático, es decir, hay un equilibrio entre la presión del gas y su gravedad. Este equilibrio se mantiene hasta que se desestabiliza por algún proceso y entonces colapsa. Las estrellas se forman en estos colapsos de las nubes moleculares".
Pero no todas las galaxias son iguales. Las galaxias van evolucionando a lo largo de su vida. Al inicio las galaxias tienen mucho gas y polvo, que son ingredientes fundamentales para la formación de estrellas, con lo cual están formando estrellas continuamente, unas a un ritmo más rápido que otras, conociéndose así como galaxias 'activas'. Conforme las galaxias van evolucionando, se va perdiendo gas, y con ello la capacidad de crear nuevas estrellas, y terminan siendo galaxias 'apagadas'", añade la experta.
La doctora Argudo dice que como ésta se trata de una galaxia que produce estrellas tan rápido, es considerada como un "brote estelar", cuya explicación aún está en estudio por los científicos.
"Los brotes de formación estelar muchas veces sen debe a la colisión con otra galaxia, pero aún no se conoce con certeza la naturaleza de los procesos que desencadenan estos brotes. De acuerdo con el modelo cosmológico actual, las galaxias más alejadas serían más jóvenes, es decir, se formaron a edades tempranas del universo, de forma que hay más probabilidad de encontrar galaxias activas y galaxias con brotes de formación estelar. De modo que son más comunes cuanto más lejos miramos y muy poco comunes en el universo cercano", explica.
Además, destaca que "la resolución de ALMA es lo suficientemente alta como para poder estudiar estos brotes de formación estelar con detalle en galaxias lejanas, de forma que nos ayudaría a entender mejor estos procesos y cómo éstos tipos de galaxias han evolucionado hasta las galaxias que observamos en el universo actual (galaxias que podemos observar más cerca)".
Una de las explicaciones de esta "frenética incubadora" es que las nubes de gas de la galaxia COSMOS-AzTEC-1 son muy inestables.
Según dice, Ken-ichi Tadaki, "descubrimos que hay dos grandes nubes a varios miles de años luz del centro. En la mayoría de las galaxias con brotes de formación estelar, las estrellas se forman en el centro, por eso es tan sorprendente encontrar nubes periféricas".
Si bien siguen los estudios para determinar cómo es que se comportan estos brotes estelares en la galaxia, al mismo tiempo nos invita a reflexionar.
Imaginen que son mil estrellas por año las que están naciendo. Estrellas como nuestro Sol y que al menos cada una tendría dos planetas... cuántos mundos se extenderían incluso mucho más allá que nuestra Vía Láctea.
Tal vez, algún día cuando la tecnología nos permita viajar a otros mundos, explorar otros planetas, sistemas estelares y galaxias, podamos conocer la respuesta.
Por ahora, el misterio nos invita a imaginar qué hay más allá.