Llegó a Chile el mayor simulador de Sudamérica: La máquina que crea terremotos
Científicos de la USACH recibieron expectantes el artilugio que les permitirá recrear movimientos telúricos tan potentes como el del 2010 y el de 1985. Un 'monstruo' de diez toneladas que nos ayudará a lidiar con los sismos.
Por Mirian Mondaca
Dentro de una tosca caja de madera, sin llamar demasiado la atención, en un sector del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), reposa sigilosa, a la espera de ser puesta en funcionamiento, una potente máquina que genera terremotos. En rigor, que puede simular los más destructivos sismos que haya experimentado el planeta.
Para tranquilidad de la población chilena y mundial, no se trata de algún descabellado plan destructivo, sino todo lo contrario. Esta máquina, que es el simulador de terremotos más grande de Sudamérica, fue importado desde Estados Unidos por la casa de estudios con la finalidad de ejecutar pruebas sísmicas que permitan anticiparse a los efectos que tendría un sismo en diferentes construcciones.
El docente y subdirector del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles de la universidad, Erick Saavedra, movió cielo, mar y tierra para que el artefacto llegara a Chile. Para eso postuló a financiamiento y, finalmente, lo consiguió. Así, la potente máquina llegó al país por un costo de $500 millones, con aportes de proyectos Fondecyt y Fondequip, ambos financiados por Conicyt. Además, se sumó un proyecto de similares características, pero financiado por Ingeniería 2030.
Hasta tres pisos
El doctor en Ingeniería Civil detalla que el hecho de que esta máquina sea la más enorme de América del Sur tiene una enorme ventaja, porque "nos permitirá realizar ensayos experimentales a una escala mayor. Así, podremos reproducir o simular el efecto sobre grandes edificaciones y proponer nuevos e innovadores sistemas constructivos".
Al menos este año, el simulador no estará aún en funcionamiento, ya que primero, en el sector de la universidad que se instalará, se debe contruir una base de hormigón de diez metros cuadrados.
La construcción de ésta, estima, se realizará durante septiembre y octubre, para a mediados de diciembre comenzar con el montaje del equipo. "Yo prefiero siempre ser conservador (...) Entonces, yo prefiero mejor hablar del siguiente año, es decir, a principios del 2019 debería estar ya en funcionamiento", recalca Saavedra.
A contar del próximo año, en este equipo único en Sudamérica se podrán hacer pruebas sísmicas en casas de hasta tres pisos, estima el investigador. De preferencia, lo harán en estructuras de madera, acero o albañilería. Aunque se podría hacer en hormigón, eso implicaría que el tamaño de la construcción a probar fuera más pequeño, ya que es más pesado.
El potente equipo, que hoy está distribuido por partes en distintos contenedores a la espera de ver la luz, funcionará a través de bombas hidráulicas que tienen una capacidad de 100 caballos de fuerza. Éstas, usando aceite comprimido, darán movimiento a los tres pistones del equipo. Se estima que la estructura completa pese diez toneladas y soporte estructuras de más de quince, las cuales serán sometidas a una alta aceleración.
Mientras, en este momento, la universidad se prepara aumentando la capacidad eléctrica del lugar donde se emplazará la máquina, el profesor Saavedra y su equipo ya tienen listos algunos registros sísmicos y están en búsqueda de otros para incorporar al artefacto. Estamos a sólo algunos meses de que en Chile se empiecen a provocar sismos con la mayor potencia de Sudamérica.