Desafíos
Señor director:
En 2001 comenzamos a cuestionarnos qué es lo que pasaba con la vida de los alumnos una vez que terminaban su escolaridad y comprobamos que muchos de ellos llegaban a otras instituciones a continuar sus estudios mal preparados.
Fue ahí que conocimos el proyecto Comunidades de Aprendizaje, que nace en España y que ya está presente en diferentes países de América Latina como Brasil, Argentina, México, Perú, Colombia, Ecuador y Chile, impulsado por el Instituto Natura.
¿Qué tiene de especial este proceso de transformación? Comunidades de Aprendizaje convoca a todas las personas que de forma directa o indirecta influyen en el aprendizaje y el desarrollo de los alumnos, incluyendo a profesores, familiares, amigos, vecinos del barrio, miembros de asociaciones y organizaciones vecinales y locales, personas voluntarias, etc. Es gracias al diálogo de toda la comunidad que esta iniciativa transformadora logra alcanzar un doble objetivo: superar el fracaso escolar y mejorar la convivencia.
En nuestro colegio existía mucha tensión en la convivencia entre los alumnos, y la relación con los apoderados tampoco era la mejor. A poco andar, los resultados y mejoras fueron evidentes: en 5 años, la mejora de la comprensión lectora subió de un 17 % a un 85 %.
También rompimos el estigma que existía por la presencia de migrantes, especialmente del norte de África que llegaron a la escuela y que subió de un 12% a un 46%. Pese a que se pensaba de que la presencia de alumnos extranjeros, hacían bajar el nivel de los estudiantes en general, comprobamos que esto era falso y los índices mejoraron para todos por igual.
Una de las herramientas más exitosas de Comunidades de Aprendizaje, fue el modelo dialógico de prevención y solución de conflictos, donde los alumnos aprendieron a ser más empáticos y a manejar mejor sus emociones con sus pares, sumado a la participación de sus familias, profesores y toda la comunidad, lo cual generó un mejor ambiente donde los estudiantes tenían muchas ganas de aprender.
Chile también puede sacar provecho de este proyecto que ya está implementado en 50 escuelas de todo el país. La clave para lograr una transformación en la educación es que los profesores cambien de mentalidad y reconozcan que, solos delante de una clase de 25 o 30 alumnos, no van a poder entregar todas las herramientas que ellos necesitan.
Al implementar Comunidades de Aprendizaje, dejas que personas de la comunidad entren en la clase a compartir el aprendizaje con los estudiantes, motivándolos e impulsando su desarrollo educativo y los vínculos con sus pares. De esta manera, todos los actores que involucra una escuela, se comprometen por igual en pos de un proyecto educativo en común.
Nuria Marín