Cristian Puebla H

Hablar de waterpolo en Antofagasta es hablar de una rica historia, es volver al pasado, a décadas donde esta disciplina fue potencia a nivel nacional. La vitrina de títulos no alcanzó a guardar la infinita cantidad de copas que sumaron nuestros seleccionados, que hoy las nuevas generaciones pueden conocer gracias a un libro que estas "glorias" del polo acuático han publicado. "Antofagasta Campeón".

Esta recopilación, que se lanzó de manera oficial hace algunos días, narra el origen, auge, caída y olvido del waterpolo local, con relatos y anécdotas desde 1921 a 1977, pasando por diversos jugadores y entrenadores que llevaron a lo más alto a nuestra quería "Perla del Norte".

Miguel Millán, jugador desde 1962 a 1969, cuenta cómo nació la idea de publicar este valioso material. "Después de tantos éxitos y ya todos retirados por temas de edad, empezamos como grupo a reunirnos cada cierto tiempo y recordar esos hermosos momentos en el agua. En uno de esos encuentros nació la idea de traspasar nuestras historias a un libro, para que la gente de ahora conociera lo que pasó. Fueron dos décadas donde Antofagasta dominó a nivel nacional, y creo que era necesario que todo lo que vivimos no quedase en el olvido", señaló Millán.

De esta manera él y otros exseleccionados tuvieron la misión de recopilar la información. Apoyados por el periodista Tito Norte, revisaron periódicos de esos años y se entrevistaron con diversas personas, para después de dos años tener la mayor información e iniciar a redactar el material.

"Al principio la idea era hablar solamente de lo vivido en Antofagasta, pero tras el aporte de Tito Norte nos dimos cuenta que para entregar un libro con mejores antecedentes era necesario partir desde el origen. Contar cómo llegó el waterpolo a Chile, y cómo en nuestra ciudad generó gran interés para que pudiéramos llegar a lo más alto. Además de hablar también de su ocaso, cuando en 1977 Antofagasta dejó de participar en los torneos nacionales", agregó Millán.

Inicios

Alfonso Martínez es uno de los seleccionados más antiguos que aún está con nosotros, y qué mejor que sus vivencias para saber cómo partió este deporte en la ciudad. "La mayoría éramos jugadores de básquetbol, que luego por la década del cuarenta, cuando empezaron a rellenar el molo del puerto y se creó una piscina natural, empezamos a jugar. Al principio nuestros rivales nos goleaban, ya que recién empezamos a aprender, pero se generó tanto interés que luego íbamos a los nacionales a campeonar, hasta que nos transformamos en una potencia... Fue tanto el interés de las nuevas generaciones de ese entonces que en alguna oportunidad participamos con dos escuadras juveniles en un nacional", recuerda Martínez.

Otro factor a considerar es el buen clima de Antofagasta, que permitía a los deportistas practicar durante todo el año. "A inicio de los sesenta el Colegio San Luis tenía un gran equipo, no temo equivocarme que el waterpolo era el deporte más practicado en la ciudad. Recuerdo los clásicos con el Liceo de Hombres en una piscina olímpica llena. La competencia era muy fuerte, habían elencos duros como Velocidad, Germania Green Cross y las universidades. Nos dábamos el lujo de tener categoría de Honor y Ascenso, eso te explica el gran potencial", cuenta Jerónimo Franulic, destacado jugador en los sesenta y setenta.

Por todo este éxito tendría su fin. "Cuando Digeder (actual IND) nos expropió la piscina murió el waterpolo. Perdimos nuestro lugar de encuentro y por muchos años no hubo un espacio donde entrenar. La piscina fue construida por los dirigentes, parte del estado y los jugadores, pero después la situación cambió radicalmente y como deporte desaparecimos del protagonismo", cuenta Millán, quien agrega que "esperamos que los jóvenes lo puedan leer, y que permita que nuevamente el waterpolo vuelva a estar en lo más alto del país".

1921 hasta 1977, el libro narra la historia, auge y caída de esta disciplina en la "Perla del Norte".

cristian.puebla@estrellaantofagasta.cl