Redacción - La Estrella de Antofagasta
"¿Cómo les explico que su padre le hizo daño a su madre?" fue una de las dramáticas frases de la declaración entregada ayer por Adrián Carrasco Cheisal, padre de Lorena Elizabeth Carrasco Aguilera, la joven que el 3 de abril del año pasado fue asesinada por su esposo.
Este, el óptico contactólogo de iniciales J.M. R.E., de 34 años, es enjuiciado por femicidio desde el lunes y arriesga la pena de presidio perpetuo calificado. Ayer, quien fuera su suegro entregó un fuerte relato respecto a cómo se desarrollaron los hechos desde que se perdió el rastro de la joven madre de dos pequeños de actuales 8 y 3 años.
Según el progenitor, la víctima le había expresado antes que sentía temor frente al acusado, con quien siguió viviendo bajo el mismo techo por un par de meses pese a que estaban separados. "Papá, me da miedo que J.M., cuando abro los ojos en la noche, esté mirándome a los pies de la cama" y "papá, siento que me está vigilando en la calle", aseguró que le confesó su única hija. De esto dijo que incluso fueron testigos vecinos y gente que conocía al acusado y se suman a incidentes extraños ocurridos en ese entonces, como el intento de incendio en la cabaña familiar de Juan López y el rayado que sufrió una camioneta nueva, sumado a una denuncia por abuso en contra de la nueva pareja de Lorena.
A su juicio, J.M.R.E. utilizó a los niños "para sus fines personales" y con el terrible delito les quitó a ellos a su padre y su madre. "Este hombre nos quebró la vida. Nosotros resueltos como pareja, 32 años de casados y hoy día todo se nos fue. Mi esposa deja ser abuela, yo dejo de ser abuelo... con 52 años dijo chuta, no me puedo enfermar, no me puedo resfriar", graficó respecto al drástico cambio que significó para ellos asumir el rol de padres con sus nietos.
Entre los testigos que declararon ayer también estuvo el oftamólogo para quien trabajaba el acusado al momento del crimen. Según explicó el profesional, fue su empleador por espacio de un año y el día de los hechos no notó nada extraño en su actuar. Esto, pese a que en la clínica de calle Condell esquina 21 de Mayo practicaron un incluso un procedimiento con un paciente, estando el cuerpo de la joven oculto en un baño tras ser estrangulada. El juicio continúa hoy.
30 años tenía Lorena Elizabeth Carrasco Aguilera, la joven madre víctima de femicidio.