Patricia Vidal D.
En su recta definitiva está la quinta versión del concurso "Aplica tu Idea" que organiza la Fundación Copec-UC. La iniciativa busca premiar a proyectos científicos de estudiantes que se enfoquen en solucionar problemáticas del área de los recursos naturales.
Un reactor de biomasas para generar energía eléctrica usando aserrín, un sistema de reducción de contaminantes en el sur de Chile y un emulsionante retardante de incendios forestales, son algunos de los proyectos científicos finalistas.
El concurso congrega a estudiantes de educación superior de todo el país. Este año se recibieron 113 ideas postulantes, de las cuales 11 fueron seleccionadas para la final como las mejores de esta generación, recibiendo un millón y medio de pesos por proyecto en la primera etapa de selección.
"Este año el nivel de los proyectos hizo que seleccionemos 11, ya que regularmente son 10. Son muy buenas ideas y de diferentes universidades. Uno se da cuenta cómo se les abre el mundo a estos alumnos que han estado mucho en el laboratorio haciendo aprendizaje", dijo Alfonso Cruz, director ejecutivo de la fundación.
Los integrantes de los equipos finalistas participaron en un taller de perfeccionamiento de Aplica tu Idea, una jornada de dos días en los que aprendieron metodologías para trabajar sus modelos de negocios, estrategias de valoración de mercado, pitches y elaboración del perfil de su proyecto.
Tras el taller, los equipos finalistas deberán elaborar un perfil de su proyecto, con el que competirán para convertirse en los tres ganadores a los que se les entregará como reconocimiento un millón y medio de pesos adicional, sumando en total tres millones de pesos para los futuros científicos.
Solución a la polución
El equipo de José Luis Galaz, de la carrera de Ingeniería de la PUC, diseñó CATiO, que consiste en unas láminas transparentes que se adhieren a vidrios u otras superficies lisas, y en contacto con la luz solar o artificial captan los contaminantes principales del aire y los degradan, descontaminando el aire sin consumo eléctrico.
Fin a la erosión
El grupo representado por César Barrientos, de la carrera de Agronomía de la PUCV, compite con Algiplus, un acondicionador de suelos que permita retener agua en la época de verano y reducir el impacto de la corrosión y la erosión en invierno.
Envase de desechos
EnBio2 es un proyecto de Diana Leiva, doctorada en Ingeniería de Alimentos y Bioprocesos de la U. de La Serena. Desarrolló un envase bioactivo y biodegradable a partir de los desechos del camarón.
Enfrentar incendios
La idea del grupo de Naara Díaz, magíster en Educación de la U. de Chile, promete terminar con los grandes incendios forestales a través de un emulsionante que aumenta el tiempo de reacción de organismos competentes para poder contrarrestar el fuego.
Energía con aserrín
El equipo representado por Ignacio Morales, de la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica de la PUCV, creó Mamüll, un reactor de biomasas para generar energía eléctrica usando aserrín.
Chimeneas libres
El equipo de Francisco More, de Ingeniería Civil Química de la U. de Chile, busca disminuir la emisión de material particulado producto de la combustión a leña, a través de un sistema innovador que se instala en las chimeneas.
Flavonoides en salmón
El grupo de Bernardo Brianson, estudiantes de Biotecnología de la U. Mayor, reduce las pérdidas de salmones asociadas a la bacteria Piscirickettsia Salmonis, al incorporar extractos naturales de flavonoides en su dieta.
Acua-cate
La idea del equipo de Javier Etchevers, de la carrera de Ingeniería Agronómica de la U. Mayor, se trata de un conglomerado orgánico, el cual disminuye el régimen hídrico de los paltos, aumentando el rendimiento en un 70%.
Fertilizante de ortiga
El proyecto representado por Nancy Arnaiz, estudiante de química industrial de la UTEM, corresponde a un fertilizante natural a base de ortiga, para ser utilizado por agricultores orgánicos, gracias a los componentes beneficiosos que tiene esta especie para las otras plantas.
Biofungicida
Rizop es el nombre del proyecto de Paulina Olmos, de la carrera de Derecho de la UDP. Consiste en un biofungicida bacteriano que permite que la fruta que va a ser exportada no sea atacada inmediatamente por el hongo rhizopus, causante de la enfermedad de pudrición blanda de la fruta, haciendo que perdure por más tiempo.
Un cultivo artificial
El equipo de Javiera Aravena, pertenecientes a la carrera de Ingeniería Civil Metalúrgica de la Universidad de Concepción, consiste en el cultivo artificial de camarones de vega (fango) para paliar su escasez.