Deborah Moreno Gálvez.

Con las altas temperaturas que se han experimentado, un tema que puede acomplejar a algunos es cómo cuidar la piel del rostro y de qué forma cuidar el maquillaje, sin parecer que los productos se derriten por la cara.

Antes de aplicar cualquier producto de maquillaje es necesario tener la piel hidratada, además de un adecuado jabón para rostro, indicó la maquilladora Catalina Rey (Blackatmakeup) a Hoyxhoy.

Sugirió que para quienes pasen los 25 años usen serum además del "contorno de ojos, crema de rostro y para finalizar un protector solar de mínimo factor 50".

El bloqueador es el último paso a aplicar en la rutina de hidratación. "Se hace sí o sí antes del maquillaje", explicó Rey.

Hoy en día existen bloqueadores en aerosol y se pueden utilizar sobre el maquillaje. Blackatmakeup lo recomendó para pieles secas, porque "deja un acabado mucho más luminoso al aplicarlo sobre el maquillaje".

En cambio, para pieles mixtas o grasas Rey sugiere bloqueadores en polvo. "Pueden funcionar como polvo traslúcido. La mayoría tiene color, que es suave a la piel y no se nota", explicó.

Para la etapa del maquillaje, la profesional recomendó utilizar bases de baja cobertura. "Que tenga una cobertura natural pero con efecto luminoso", enfatizó la experta.

El bloqueador es importante y se debe aplicar cada tres horas para que realmente se pueda proteger la piel.

Por su parte, la maquilladora Cecilia Fuentes (Makeup Miel) agregó que en ocasiones es necesario aplicar polvo traslúcido sobre la base " ya que ayudará a controlar el brillo. Cuando empieza a sudar la piel se puede aplicar producto todas las veces que sea necesario".

Para mantener la hidratación del rostro aconsejó aplicar, como último paso del maquillaje, un fijador "que ayuda a mantener la hidratación natural y no se debe correr con ese producto".

Para Rey, se puede hidratar la piel, durante el día aplicando productos como agua termal y repetir el proceso varias veces.

Luego de recibir tantos productos durante el día la piel debe descansar, destacaron las expertas. Para ello es importante retirar todo el maquillaje y esto "hay que hacerlo todos los días sí o sí", enfatizó Rey.

La experta aconsejó hacerlo con agua micelar y para el maquillaje de ojos aplicar algún producto bifácico. Luego de eso se debe lavar la cara con un jabón hecho para el rostro, ya que de otro tipo podría resecar la piel al retirar cualquier producto que no sacó el agua micelar.

Para dar un descanso a la piel recomendó usar mascarillas de papel. Uno de los consejos de Rey es "dejarla en el refrigerador, para que en la noche esté fría y ayude a desinflamar ojeras o cualquier hinchazón".

La lactancia materna es un proceso importante y de sumo cuidado tanto para la madre como para el bebé, ya que incide en la salud de ambos de distintas maneras. Es por esto que se debe poner cuidado en las reglas alimenticias que las madres deben seguir para así poder entregar a sus hijos los nutrientes que necesitan en sus primeros meses, y también beneficiarse ellas mismas.

La nutricionista de Clínica Las Condes, María Eliana González, habló con Hoyxhoy para señalar sus mejores sugerencias para una dieta balanceada que ayude lo mejor posible al proceso de lactancia.

"Lograr una adecuada alimentación de la madre durante el periodo de lactancia favorece a la lactancia materna exclusiva exitosa, reduce el riesgo de problemas nutricionales por déficit o exceso de peso de la madre y contribuye a la pérdida fisiológica de peso post parto", comentó al respecto la nutricionista.

Asimismo, dentro de los beneficios para el lactante, agregó que por este proceso hay "una menor prevalencia en enfermedades respiratorias e infecciosas, menor desnutrición, aumento en la respuesta inmunológica, mejor desarrollo cognitivo y un crecimiento adecuado".

Para esto hay que considerar que durante la lactancia materna se encuentran aumentados los requerimientos de energía de la madre, y además, existen nutrientes críticos que deben ser cubiertos (proteínas, hierro, zinc, calcio, ácido fólico, yodo y omega-3).

Cubrir estos requerimientos implica que la madre debe llevar una alimentación saludable y variada, aumentando sus raciones a cuatro porciones diarias de lácteos enriquecidos con calcio y bajos en grasa o descremados, comer pescado mínimo dos veces a la semana (principalmente pescados grasos como salmón y jurel), consumir tres porciones de verduras, entre otros.