Rescatistas locales dijeron presente en tragedia brasileña
Brigadistas de la ONG K-9 de Creixell Chile apoyaron labores en Brumandinho.
Viernes 25 de enero, localidad de Brumandinho, en el estado de Minas Gerais, Brasil. La tarde de aquel día se desató la tragedia cuando ocurrió una ruptura en una de las presas de la mina de hierro Córrego do Feijao.
Toneladas de residuos materiales, mezcladas con el barro, alimentaron un alud que arrasó con todo a su paso: las mismas dependencias del yacimiento y casas que se encontraban en su camino, desatando una tragedia que sólo a una semana de lo ocurrido ya sumaba más de 110 muertos y alrededor de 240 desaparecidos.
Al trabajo de los bomberos y rescatistas locales, se sumaron cuadrillas que viajaron desde otras partes del mundo, entre ellas brigadistas antofagastinos.
Tal es el caso de Reynaldo Rivera, director de la Octava Compañía de Bomberos de Antofagasta y representante de la ONG K-9 de Creixell Chile, una agrupación que ha dicho presente en variados desastres naturales y otras tragedias, como el terremoto en México de 2017, o el ocurrido en Ecuador un año antes.
"K-9", es un juego de palabras con la pronunciación de esta sigla en inglés, la que corresponde a "keinain", "canine", o sea, "canino", lo que hace referencia a la especialidad de la búsqueda de personas en zonas de catástrofes mediante el apoyo de perros rastreadores.
Y desde la Región de Antofagasta, Reynaldo fue acompañado de Javier Monje de Calama, además de dos perros rastreadores, entre ellos el popular "Usar".
"La ONG de España activó a la delegación de ese país, de Argentina, Brasil y de Chile, que estamos nosotros. Llegamos el pasado martes29 de enero y nos sumamos a todas las delegaciones, después nos presentamos al comando y tras la autorización de parte del Ministerio de Exteriores, comenzamos a trabajar", explicó Rivera desde Brasil.
El panorama con el que se encontraron los rescatistas fue absolutamente al límite y desolador: bajo un gran estrés y la angustia de los familiares, el trabajo se enfocó en buscar cuerpos de quienes fueron arrastrados por toneladas de barro.
"Fue un área muy extensa y todos los días se recuperaban varios cuerpos y trozos de ellos... Eran retirados por los helicópteros y aun así todavía hay gente desaparecida...", explicó el rescatista.
Rivera señaló que las labores de rescate fueron bastante complejas, ya que se trataba de un área bastante grande en cuanto a dimensiones, la que fue azotada por el alud.
"Es un aluvión que arrasó con muchísima área y se encontraron bastante cuerpos... Todo muy triste. Las principales dificultades fueron que el barro estaba bastante húmedo, el calor y la lluvia que hubo el martes y el jueves".
Las jornadas de rescate eran extensas, para abarcar la mayor cantidad de víctimas posible. Éstas comenzaban a las 6:00 de la madrugada y fácilmente podían ampliarse hasta las 18:00 horas para aprovechar el máximo de luz solar. Una vez que los perros lograban detectar la presencia de alguien entre toneladas de escombros y marcaban la ubicación, los helicópteros hacían el resto.
El viernes emprendieron el regreso hasta la Región de Antofagasta y hoy se suman a la búsqueda de la menor que cayó al Río Loa, producto del temporal en la zona.
"Fue un área muy extensa y todos los días se recuperaban cuerpos. Aun así todavía hay gente desaparecida".
Reynaldo Rivera"