Ignacio Araya
A las seis de la mañana de ayer, en el lejano pueblo de Ollagüe, a unos 200 kilómetros de Calama y a 3.696 metros sobre el nivel del mar, la temperatura fue de un grado celsius. Época de verano aún para los ollagüinos, porque a medida que avance el año va a hacer cada vez más frío en las mañanas hasta que en invierno alcancen temperaturas insoportables.
"Desde fines de abril a parte de agosto podemos llegar a temperaturas de 20 grados bajo cero", cuenta el alcalde de la comuna, Carlos Reygadas. Los más afectados son los habitantes que se tienen que levantar temprano y, entre ellos, los no más de treinta niños que van a clases a la escuela San Antonio de Padua.
Antes, dice el alcalde Reygadas, los pequeños entraban a la escuela con un horario dependiendo de la época del año. Si en las mañanas se estaba más agradable, el horario era a las 8.30 y en invierno se pasaba a las 9. Ahora, todo el año es a las nueve de la mañana, entrando más tarde que gran parte de los niños en el país.
"Para no estar cambiándoles los horarios, porque puede ser facilitador como perjudicial, dejamos por acuerdo con la comunidad y con la escuela se que fuera a las nueve permanentemente todo el año", dice el edil ollagüino.
El jefe municipal dice que en cada una de las salas existe todo un sistema para que los menores estén en condiciones óptimas para estudiar. Por ejemplo, hay calefacción a gas y pisos especiales para que estén abrigados. Este año, esperan que comience a funcionar un sistema de calefacción centralizada.
El liceo
La particularidad del año escolar de los niños de Ollagüe no solamente tiene que ver con el horario. Si bien como todos van de lunes a viernes, también se agregan dos sábados al mes. Esto, porque en una semana toca "la bajada". En esos días, los profesores y apoderados pueden bajar a Calama el miércoles y regresar el domingo, para hacer sus trámites en ese lapso y buscar insumos que requieren para subsistir en el pueblo.
También este año se espera transformar la actual escuela rural en un liceo que incluya primero y segundo medio. El alcalde Carlos Reygadas dice que el segundo semestre debieran echar a andar los cursos. Los alumnos serán los niños ollagüinos que actualmente deben irse a vivir a Calama para estudiar en la media.
"Los que salieron licenciados el año pasado (de octavo), este año van a comenzar en Calama sus estudios medios, pero esperamos el segundo semestre que ellos vuelvan a Ollagüe a estudiar en el liceo, en el nuevo liceo", cuenta sobre el futuro San Antonio de Padua, establecimiento que actualmente tiene ramos de quechua para apoyar la educación intercultural bilingüe, rescatando así las tradiciones ancestrales de esa aislada zona fronteriza de la región de Antofagasta.
18,1% de la población de la comuna tiene entre 15 años o menos, según cifras del Censo 2017.
39 niños conformaban la totalidad de alumnos de la escuela San Antonio de Padua, en 2018.