El hombre que revive los clásicos carritos de madera
Para cubrir sus gastos médicos y los de su esposa, Nildo Rojas empezó a construir autos, camiones y buses, los que recuerdan la infancia de varios antofagastinos.
T iene 87 años y una historia de mucho esfuerzo y sacrificio. Los fines de semana se instala en el Terminal Pesquero con unos pintorescos camiones de madera, buses y autos clásicos, los cuales son construidos con sus propias manos.
Y es que la baja pensión que recibe lo obligó a buscar nuevos ingresos, y que mejor que haciendo lo que más le gusta. Nacido en Gatico, Nildo Rojas Almeira es el protagonista de esta historia, un hombre que ha revivido un oficio que en décadas anteriores fue importante, en especial para los niños que soñaban con tener su camión de madera para Navidad o bien para su cumpleaños.
Cuenta que hace un año partió con sus primeras obras, aunque de pequeño hacía vehículos de lata. "Tengo mi taller donde trabajo diversos modelos. He realizado camiones, buses y todo tipo de autos. Todo lo hago de manera muy rústica, pero ahí está la diferencia, eso atrae a la gente y hasta ahora he vendido varios camiones", cuenta don Nildo mientras nos muestra su última creación, un bus del TransAntofagasta.
Pero la construcción no es sencilla. Los autos más simples pueden demorar tres días, mientras que los más detallados una semana, ya que incluyen la parte interna, como los asientos, pedales, manubrio y otros requerimientos específicos que le piden sus clientes.
"En este tiempo he construido cerca de 30 modelos. Una hija que vive en el sur subió las fotos al Facebook y empezaron las primeras ventas. Uno de mis autos lo vendí a una persona que viajó a España, y otros tantos se fueron a Temuco, Valparaíso y Santiago... Después llegaron los pedidos especiales, me solicitaron hacer un bus de la Línea 129 para recordar a un papá que trabajó en el transporte, también un camión de gas. No es sencillo, pero le pongo toda la pasión para que queden bonitos".
Ingresos
Antes don Nildo estuvo ligado al gremio de la construcción. Fue albañil, carpintero, gásfiter, eléctrico, de todo, hasta que por diversas enfermedades no pudo seguir trabajando. "La situación económica no es buena, así que me dedique a construir estos camiones para generar un nuevo ingreso... Mi esposa tiene alzheimer y necesitamos cubrir los gastos", explica.
Su hija nos relata que a su madre le dio un infarto, es hipertensa y tiene problemas de tiroides, pero lo más preocupante es que cada vez se agudiza más su alzheimer y no han podido conseguir un especialista que la trate para retardar la enfermedad.
"Tengo un nieto que me está ayudando, nuestra familia en general es muy unida y entre todos tratamos de salir adelante. También por internet mis hijas publican mis trabajos, que van entre los 15 mil a 30 mil pesos... Todos tienen algo diferente, eso los hace especiales".