Miles de personas comienzan a llegar a Ayquina para la fiesta
Ya hay unos 2.500 fieles para esperar la víspera el sábado en la noche. Hoy la eucaristía parte a las 6:30.
Unos 2.500 peregrinos han llegado al poblado de Ayquina, a 74 kilómetros de Calama, para participar en la festividad de la Virgen de Guadalupe, la segunda fiesta más masiva en el norte después de La Tirana y que reúne a 70 mil personas. El presidente de la comunidad, Ricardo Cruz, piensa que este año podrían ser más, tomando en cuenta que el 8 cae día domingo.
Las eucaristías y bautismos partieron el domingo 1. Mañana será la Procesión de la Luz, donde los fieles van al Cristo Peregrino para luego regresar a la plaza principal del santuario. Durante la semana también se realizan diversas actividades previas a la víspera durante la noche del 7 de septiembre (ver tabla).
Preparación
Como todos los años, los habitantes del pueblo se preparan con un mes de anticipación para la fiesta. El fin de semana realizaron una limpieza general, botando unas 60 toneladas de escombros. Para poder dar abasto a la gran cantidad de gente que llega, el municipio de Calama debe hacerse parte de la pega del agua y la luz: este año se instalaron cuatro estanques de 10 mil litros para el agua potable. "Es bastante la responsabilidad", dice el director del departamento andino de la municipalidad, Alberto Vásquez. "Además tenemos dos camiones aljibes que están con aguas no potables, por la polución que se desarrolla por todas las entradas de vehículos, salidas y las mismas condiciones del pueblo", dice.
La luz, dice Ricardo Cruz, dura unas dos horas con los generadores municipales, pero la minera El Abra se pone con combustibles y más generadores. El sueño de Ayquina es poder contar con agua potable, electricidad permanente y alcantarillado, dice el presidente de la comunidad del pueblo. Sin embargo, como los terrenos donde está emplazado el pueblo son privados, es imposible la intervención estatal. "No se ha podido avanzar nada, porque Ayquina tiene un título", lamenta el dirigente.
El problema de la propiedad del terreno es una traba importante para cualquier proyecto, explica el presidente de la comunidad. "Siempre vamos a la gobernación, a la municipalidad, y dicen 'solucionen sus problemas porque son privados ustedes', y ahí se cierran las puertas con el tema de la ayuda. Y hasta ahí nos llegan las ilusiones".