Ignacio Araya
Aún no se termina el catastro de los daños producidos por el destrozo de los equipos médicos que estaban guardados en el ex Oncológico de Antofagasta, el pasado viernes. Dos máquinas fueron las afectadas por los desconocidos que se metieron a las oficinas donde hoy funciona el Compin: una gammacámara que se usa para ver los avances de pacientes en tratamiento oncológico, y un densitrómetro óseo utilizado en la evaluación de la densidad de los huesos, ya que ésta se ve afectada por las drogas de la quimioterapia.
La PDI estima que los daños bordearían los 100 millones de pesos. Se comenzaron a recoger antecedentes, además de un empadronamiento del sector, fijación fotográfica, pericia dactiloscópica y el levantamiento de evidencias. Un barrido de cámaras mostraría que fue un grupo el que entró al ex oncológico. "De acuerdo a los primeros antecedentes, se trataría de una turba", dijo el subprefecto Iván Morales, jefe de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI.
La doctora Alejandra Muñoz, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear, dice que los 100 millones probablemente sean el valor residual, pero si llega a comprobarse que ninguna de las dos máquinas funcionan, habrá que comprar nuevas. Eso significa que la gammacámara podría costar unos $400 millones, y el densitrómetro otros $50 millones.
Equipos como la gammacámara son sumamente sensibles. La doctora Muñoz explica que cualquier daño en los cables, o en los microchip, pueden dañar inevitablemente el equipo. "Tenía varios años de uso, pero estaba funcionando perfecto".
Traslado
Ambos equipos llevaban unos diez meses sin funcionar, ya que existen otros en el Hospital Regional de Antofagasta funcionando. "Este equipo iba a empezar a funcionar en abril, iba a ser complementario al que tenemos nosotros en el Hospital Regional", dijo el médico David Guenchor, de la misma unidad, señalando que con ello iban a poder dar mucho más abasto a la población del norte de Chile. Esto, porque el Centro Oncológico del Norte atiende a pacientes entre Arica y Copiapó.
Tanto la dañada gammacámara como el densitrómetro se pensaban trasladar a un nuevo centro de medicina nuclear que se está construyendo en el CON. "Hasta que no nos entregaran ese edificio, nosotros tenemos guardado esos equipos", señaló el doctor Guenchor.
La doctora Muñoz señala que los dos equipos, ya instalados, servirían para bajar la actual lista de espera, que a principios de noviembre tenía un total de 250 personas. "Estamos dando hora por lo menos en dos meses más", dice. Lo que vendrá ahora es la revisión de equipos para ver si ya definitivamente no funcionan. Y si no es así, tendrán que pedir un reemplazo de equipos, "hacer un proyecto que se tiene que mandar al Minsal y eso puede demorar unos dos años".
Por otro lado, el presidente del Colegio Médico de Antofagasta, doctor Aliro Bolados, condenó lo sucedido. "Toda destrucción y daño a instalaciones sanitarias, especialmente equipamiento y de alta tecnología como es el Centro Oncológico es un daño muy grande al sector público", señaló. En ese sentido, también señaló que cuesta mucho conseguir equipamiento e instalar un servicio de tanta importancia.
$400 millones cuesta aproximadamente un equipo de gammacámara en estado impecable.
250 personas estaban en la lista de espera para utilizar el equipo, hasta principios de noviembre.
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