Balneario Juan López

Señor director:

Seguramente le resultará repetitiva una carta refiriéndose al Balneario Juan López, pero tengo la necesidad, debido al alto nivel de preocupación que se me ha manifestado, de informar de un accidente acuático ocurrido el pasado domingo 5 de enero. Los hechos fueron percibidos por visitantes, locales y salvavidas, arrojando como hecho causal la conducción de varias motos de agua cuyos pilotos están, cada vez que asisten al borde costero, en evidente estado de intemperancia, ya que se les ve beber en orilla de playa y posteriormente subir a las motos acuáticas.

El hecho terminó con volcamiento de embarcación menor, atropello y un menor de edad herido leve.

La salvavidas se percató desde su torre que una moto de agua pasó literalmente sobre un menor de edad que estaba en la zona exclusiva de embarcaciones, ya que estaban por desembarcar de un kayac arrendado junto a su padre. En eso la moto de agua los da vuelta, debido a que circulaba su piloto a gran velocidad, realizando giros y pasa por encima. El mismo padre lo socorrió mientras el piloto sacó el vehículo del agua, dándose a la fuga. La salvavidas corrió descalza hacia la comisaría para avisar, a lo cual no tuvo respuesta. En ese momento estaba arremetiendo el padre contra la encargada del local concesionado para arriendos de kayacs. Posteriormente la heroína, la salvavidas, termina asistiendo personalmente al menor en la orilla de playa, presentando una inflamación debido a contusión en su rostro y rasmilladuras en el resto del cuerpo, además del impacto emocional que era evidente. Desconocemos si el padre llevó al menor a un centro asistencial a que se le diera atención o a constatar lesiones.

Esperamos poder alertar a los veraneantes al asistir al Balneario Juan López, ya que si nos vamos a tierra firme, lo propio pasa diariamente con robos, pinchazos a puñaladas a vehículos, vehículos sobre las aceras, perros abandonados y hambrientos, arenas con basuras cortantes, zonas de camping no respetadas, locales comerciales con venta de comida mal preparada, zonas de roqueríos y paredes de casas hechas baño, construcciones sobre asentamientos arqueológicos o en vías aluviales, etc.,

Como usted pudiera estar enterado, este año comienzan los trabajos de mejoras del borde costero local, por lo cual estimamos es la instancia precisa para poder instaurar definitivamente un lugar prolijo, cuidado y controlado y no seguir siendo tierra de nadie, en donde se ve uso y abuso del borde costero.

Esperamos que alguien tome las riendas del asunto, porque nosotros llevamos más de 40 años buscando apoyo permanente.

Eduardo Varas Pantoja