Redacción - La Estrella

Martes 25 de febrero, día 2 del retorno a clases de los alumnos de los distintos establecimientos educacionales que pertenecen a la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS), algo que algunos han bautizado como "marzo anticipado".

Ello, por retorno de estudiantes a las manifestaciones que se extienden por más de cuatro meses desde que se inició el estallido social. Al igual que el lunes, día en que las estimaciones daban cuenta de alrededor de 10 mil alumnos que retornaron a las aulas, ayer las primeras horas de la mañana se vivieron de manera tranquila para quienes asistieron a escuelas y liceos.

Sin embargo, cerca de las 10:00 de la mañana los alumnos del Liceo Industrial Eulogio Gordo Moneo A-10 y -según los testigos presenciales- del La Portada A-22, protagonizaron una manifestación en la que interrumpieron el tránsito en calle Rendic, levantando barricadas y entonando cánticos respecto a las demandas sociales y contra Carabineros, lugar donde posteriormente fueron dispersados con elementos disuasivos como gases lacrimógenos.

Posteriormente, la marcha de escolares se extendió hacia el centro, donde el grupo de manifestantes se mantuvo durante pasado el mediodía efectuando sus consignas.

Juan Alberto Herrera, director del A-16, cuenta que en el momento en que los jóvenes estaban realizando barricadas, eso no afectó a estudiantes que se encontraban al interior del establecimiento, los que no se sumaron a la movilización y optaron por permanecer en clases.

"Debo decir que no hubo ningún daño al establecimiento...ni medio vidrio roto. Sí, querían sumar a sus compañeros pero ante aquello ya habíamos previsto evacuar a los niños", dice el director, en cuanto a que la salida de los estudiantes como medida de seguridad.

No obstante, Herrera señala que se decidió suspender la jornada regular de ayer para prevenir que se realizaran desmanes en el recinto. De forma paralela, afirma que también se está trabajando en protocolos frente a este tipo de situaciones, pero enfocado a los alumnos de los cursos menores, como medida de resguardo.

"Tenemos pensado una reunión con los apoderados extraordinaria para explicar la situación que se vive y que seamos todos responsables de lo que nuestros hijos hagan, las que tienen como fin orientar respecto a lo que pueda suceder", explica y añade que las actividades académicas se mantienen.

Si en el A-16 hasta la mañana de ayer no se registraron daños a la infraestructura, el caso opuesto se vivió en la Escuela Juan Pablo II, aunque durante la tarde del lunes.

El recinto se encuentra justo en Avenida Bonilla con Juan Bolivar, mismo sector que desde el 18 de octubre se ha mantenido como escenario de enfrentamientos.

Desde la CMDS informan que al menos una veintena de jóvenes encapuchados apedreó el recinto, causando daños en los ventanales de cuatro sales de clase y en un baño.

Eso sumado al fuerte olor producto de las lacrimógenas, al polvo en suspensión y hollín, motivaron que ayer no se realizaran clases, esperando que mejoras en el ambiente y para despejar los escombros.

"Tenemos un sentimiento de desprotección, de angustia y estamos dolidos por lo que está ocurriendo porque en esta escuela atendemos a 1070 alumnos y hoy tenemos las actividades suspendidas a la espera de lo que va a pasar día a día y noche a noche", declara su directora Jocelyn Covarrubias.

Sorprendido, pero feliz. Así estaba Pablo Lizama Ojeda (17) tras conocer su resultado en la PSU, el único puntaje nacional de la región.

El ex alumno del Colegio San Luis y nieto de la profesora jubilada e ícono de la campaña No+AFP, María Ojeda (quien solicitó retirar sus ahorros previsionales pagar su crédito hipotecario), obtuvo 850 puntos en la prueba de Ciencias. Si bien sabía que era su fuerte, nunca esperó tan buenos resultados porque no fue a un preuniversitario. Sólo fue mérito personal y se siente orgulloso.

"En Lenguaje me fue más o menos ...saqué 629 puntos y en Matemáticas saqué 720", contó, reconociendo que le pudo ir mejor. Egresó con un promedio de 6,6 (756 puntos de NEM) y el ranking le otorgó el no despreciable puntaje de 795.

Pese a ello no postulará a ninguna universidad de Santiago y se quedará en su natal Antofagasta para estudiar Medicina en la UA. "Para mí fue una gran oportunidad sacar 850 (puntaje) porque tengo la opción de la Beca 850 del Estado y a parte la Beca UA que me deja todo gratis, lo que es un gran alivio para mi familia que no tiene una situación favorable", explicó.

Ahora se dedicará a celebrar con su familia y amigos, después de semanas de tensión e incertidumbre. Junto a su abuela, su máximo referente, y un primo, recibió ayer de parte del intendente Edgar Blanco un reconocimiento por su puntaje nacional, el único en la zona y uno de los 109 que hubo a nivel nacional.