Ricardo Muñoz Espinoza

Pasadas las 22:30 horas del miércoles y luego de un viaje de más de tres mil 500 kilómetros, desde un extremo del país a otro, arribó a Calama la delegación de siete profesionales de la salud de la Región de Magallanes que llegaron a la zona a reforzar la atención del Hospital Carlos Cisternas.

La médico intensivista doctora Faustina Gómez, las enfermeras Natalia Bedregal, Sofía Cedano y Romina Vidal, junto con los técnicos paramédicos, Alejandro Oliva, Abraham Vergara y Claudio Albornoz, integran esta dotación de profesionales sureños.

A comienzos de la pandemia en marzo y abril pasado, una de las primeras ciudades afectadas por el virus SARS-CoV-2 fue precisamente Punta Arenas, registrando un rápido avance de la enfermedad Covid-19 y causando congestión y estrés en la red salud de Magallanes.

Hoy la pandemia en dicha región está controlada y es por esta experiencia ganada que los siete profesionales aportarán con sus conocimientos en la atención de pacientes críticos en Calama, ya que es la Región de Antofagasta uno de los principales focos de contagio en el país.

Si bien la estadía de los siete jóvenes profesionales está contemplada durante un mes, pese a que hoy recién se integrarán al trabajo clínico en el recinto loíno, ya avisan que están dispuestos a quedarse por más tiempo, si es que así lo requiere la situación.

Apoyo

Así lo adelanta la doctora Faustina Gómez, quien dice que "queremos ser de ayuda en todo lo que sea posible, desde lo humano a la parte técnica de conocimiento, lo que haga falta. Por el momento el plan es (quedarse) un mes, pero el tiempo y las circunstancias dirán si es más".

La especialista explica la crisis que vivieron en abril, señalando que "la Región de Magallanes estuvo incendiada con pacientes Covid. Yo soy del Hospital de Puerto Natales y fui al de Magallanes (en Punta Arenas) a apoyar y entrenarme. Cuando llegué (la situación) estaba más o menos como de vuelta, pero siempre el tema fue bastante intenso, porque de seis camas que tenían, llegaron a tener más de 24, con pacientes con grados de severidad importantes".

"Allá en Punta Arenas hubo que actuar muy rápido. Teníamos una UCI, una UTI y una Coro (Unidad Coronaria) y todo se convirtió a UCI Covid, entonces teníamos tres UCI con 24 cupos que en su momento se llenaron. El personal estuvo bastante estresado, colapsado, pero sólo se sale de eso con trabajo en equipo, perseverancia", dice la enfermera Natalia Bedregal y -al igual que la doctora Gómez- deja en claro que si su experiencia se necesitará por más de un mes, "estoy dispuesta a quedarme si es requerido. En verdad, para mí donde solicitan ayuda debo estar y es algo que nos habíamos planteado con algunos colegas y todos tienen más o menos ese sentir".

Experiencias

El técnico paramédico Alejandro Oliva también se suma a las palabras de sus compañeros de funciones, entregando un consejo a la comunidad de Región de Antofagasta y especialmente a la calameña en base a su experiencia vivida en Magallanes:

"Esto es un trabajo entre todos y no solamente porque nosotros seamos funcionarios de salud tenemos que velar justamente por ello, sino que es un trabajo en equipo donde todos nos cuidamos. Si hay un núcleo familiar con cinco personas, que salga una (a la calle, sólo si es necesario), que realicen la higiene de manos, todos en la casa. Realmente esto es algo que nos superó a todos y es algo que está en la comunidad".

"En Punta Arenas lo que pasó es que si bien en el principio fue un boom de pacientes muy graves, ahora convivimos en comunidad con el virus. No se sabe quién lo tiene o si (alguien) se puede volver a infectar, por ende tomar todas las medidas necesarias", advierte Oliva.

Su colega Claudio Albornoz complementa lo ya dicho, añadiendo que una de sus principales motivaciones para emprender el viaje de un extremo al otro del país fue no sólo sumar una nueva experiencia profesional, sino que también la posibilidad de prestar ayuda al Hospital Carlos Cisternas, para de esa forma también dejar en alto la profesión y la zona a la que representa.

"Estoy dispuesta a quedarme (por más tiempo) si es requerido. En verdad, para mí donde solicitan ayuda debo estar. Todos tienen ese sentir".

Natalia Bedregal, enfermera de la Unidad de Paciente de Crítico