Chilenos cuentan sus nuevos hábitos y los que dejaron atrás
La presentación personal, la forma de alimentarse y la relación con el alcohol han sufrido significativas modificaciones en los meses que se lleva de pandemia en el país. Sus nuevos adeptos no piensan dar pie atrás.
Natividad Espinoza R.
Más de cuatro meses de confinamiento han significado grandes cambios en el estilo de vida y las costumbres diarias de algunos chilenos. Es más, muchos de ellos están convencidos de que estas "novedades" se quedarán junto a ellos para siempre.
¿Cómo ha cambiado la cotidianeidad de las personas esta pandemia? ¿En qué aspectos ha sido más golpeada? Aquí, algunos testimonios.
Presentación personal
"Nunca más me pienso poner un sostén. Cuando tenga que salir me voy a poner un bralette o simplemente nada, si es que la ropa lo permite. No me importa verme más plana. Valoro mucho no ver las marcas que antes me debaja la barba de los sostenas y me siento más libre y feliz. Además estuve leyendo al respecto y usar sostén hace derechamente mal". Para la diseñadora gráfica Mariana Donoso (27), este es uno de los grandes legados que le dejará esta pandemia.
También comenzará a ser visto de forma distinta en sociedad el administrador público Ulises Vilches (34), quien aseguró: "Mi pelo crece con forma de micrófono omnidireccional, es como un afro antinatural que bordea la deformidad. Normalmente, para alcanzar un grado mínimo de decencia me gastaba como 30 lucas al mes en peluquería. Con esto de la pandemia, empecé a raparme constantemente hasta que me acostumbré. Decidí vivir el resto de mi vida en un estado permanente de rapado, aprovechando que mi cabeza es redonda como un pomelo".
Forma de alimentarse
El garzón Juan Pablo Milic (37) confesó que "antes comía pan con queso todo el día, en la mañana, en la tarde, siempre, a toda hora. Era mi favorito y un día de cuarentena me pateó. Ya no lo puedo ver, me da asco. Como que me saturó".
Mientras Milic abandonó un hábito, la periodista Eva Lehto (28) lo que hizo fue adquirir uno.
"Me enteré que el jugo de betarraga mejoraba el rendimiento deportivo, entonces ahora todas las mañanas me hago un juguito y cuando vuelva a la oficina quiero mantener eso. Comprarme una de esas jugueras chiquititas y llevar las betarragas cocidas al trabajo, para hacerme el jugo allá", contó.
El microempresario Carlos Patiño (42), en tanto, cambió su pan de cada día. "Nunca más voy a comprar pan en el supermercado porque he estado apoyando iniciativas locales de pan amasado de gente que por la pandemia tuvo que buscar nuevas formas de generar plata y una de esas formas fue hacer y enviar pan amasado a domicilio", aseguró. Y como es cosa de ver en las redes sociales, no ha sido el único que durante el último tiempo ha cambiado su relación con este alimento.
"Yo aprendí a hacer pan integral y pretendo seguir haciéndolo. De hecho, ahora tengo unos en el horno", comentó el periodista Diego Escobar (35).
Ellos y el alcohol
"Aprendí que siempre hay que tener provisiones de alcohol. Aunque sea la cuestión más mala pero tener algo porque uno nunca sabe cuándo puede hacer falta", reveló la periodista Deborah Moreno (25).
El garzón Fernando Carmona (37) también tuvo un cambio en relación al alcohol. "Muchas veces me fui a beber después del trabajo. Como trabajo de noche en el rubro gastronómico (Plaza Ñuñoa) era algo constante", dijo. No obstante, ahora piensa que esa costumbre estaba relacionada con llenar ciertos vacíos emocionales que hoy tiene otras formas de hacer desaparecer.
Desde casa
"Yo nunca más voy al súper, a menos que sea estrictamente necesario. Comprar por internet y apps es demasiado bacán. Siempre me cargó ir al supermercado y con las restricciones empecé a comprar de otras formas. Nunca más vuelvo", afirmó el historiador del arte, Cristián Hernández (33).
El periodista Mario Vilches (38) también ha empezado a valorar más y a notar que hay ciertas cosas que funcionan perfectamente bien si se hacen desde casa.
"Me di cuenta que muchas cosas de las que iba a hacer sentado frente a ese escritorio -del trabajo- que queda en Rancagua, las puedo hacer desde aquí -Santiago-, sin ninguna diferencia. Obviamente, hay días que hay que estar ahí, pero lo rutinario lo puedo hacer desde casa", relató.
También cambió una actividad fuera del hogar por una dentro el periodista y escritor Gustavo González (73), quien manifestó que "hoy tengo el hábito diario de hacer ejercicios con videos de YouTube.
"Aprendí que siempre hay que tener provisiones de copete. Siempre, aunque sea la cuestión más mala.
Deborah Moreno, periodista
"Yo nunca más voy al súper, a menos que sea estrictamente necesario (...) Siempre me cargó ir.
Cristián Hernández, historiador del arte
"Nunca más me pienso poner un sostén. Cuando tenga que salir me voy a poner un bralette o simplemente nada.
Mariana Donoso, diseñadora
"Decidí vivir el resto de mi vida en un estado permanente de rapado, aprovechando que mi cabeza es redonda como un pomelo.
Ulises Vilches, administrador público