Ricardo Muñoz Espinoza

"Soy un sobreviviente", decía en letras grandes el diploma que Rafael Chambilla tenía en sus manos y que le fue entregado por el director (s) del Hospital Carlos Cisternas de Calama (HCC), José Luis Pastor. El documento lo llevaba en sus brazos mientras avanzaba en su silla de ruedas por los pasillos del recinto, el mismo que hace dos meses se vio enfrentado a su peor momento cuando tuvo una extenuante batalla con la alta velocidad a la que llegaban los pacientes Covid-19.

El camino de Rafael se detuvo de repente al encontrarse con los funcionarios del HCC, quienes comenzaron a bailar al ritmo de Chayanne y dedicarle las letras de "Madre Tierra": "Oye, abre los ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida…"

Ese festejo fue el que recibió el vecino calameño quien por fin y después de más de 90 días en los que estuvo luchando contra el virus SARS-CoV-2 y en el que parte de ese tiempo lo pasó conectado a ventilación mecánica, el miércoles pudo salir de una de las áreas Covid-19. Ahora, pasará a la segunda etapa de su recuperación.

Un acontecimiento que llena de esperanza, sobre todo por la terrible estela de fallecidos que ha dejado el virus en Calama y eso es lo que reconoce su esposa Ana Blas. "Éste es un milagro de Dios. La verdad es que acá Diosito puso las manos ante mi esposo y para mí significa mucho porque son meses de angustia, de dolor, tanto para mí como para mi familia, pero ahí estuvo Dios y la fe no se perdió. Estuvimos siempre orando", afirma.

Ana agrega que logró obtener una autorización para poder visitar a su esposo y así entregarle ánimo, porque "yo creo que es fundamental que un familiar lo anime para que siga saliendo de este proceso. Estoy muy agradecida con todo el personal porque se han encargado muy bien de la atención de mi esposo, partiendo del kinesiólogo, la enfermera, los TENS, el personal de aseo… de todos. Me han contenido".

Esas son las palabras que Rafael también quiso expresar. Eso lo hizo escribiendo un texto que fue leído delante de todos los que lo llenaron de aplausos: "El motivo del presente es para mostrar mis más sinceros agradecimientos por las atenciones recibidas por parte de todo el equipo médico: enfermería, auxiliares, doctores. Gracias por el profesionalismo en su trabajo, por su desinteresada ayuda hacia mi persona. Todos me hicieron sentir como si yo fuera de su familia. Muchísimas gracias por todo y a continuar haciéndolo así de bien".

Ana Chambilla pasó todo varios días sin poder ver a su padre. Por eso, dice que ese reencuentro fue muy emocionante.

"Es importantísimo. Me siento súper orgullosa porque imagínense, vencer una enfermedad de tal... (magnitud) es fuertísimo. Es segunda vez que lo vengo a ver sí. La primera vez vine a darle contención ya que él, entre medio de toda su recuperación, tuvo dos pérdidas que fueron su madre y su hermano menor. Aun así con esa situación también importante que tuvo quiso salir adelante. Con las terapias no se ha desanimado y ha estado fuertísimo".

Un acontecimiento que llena de esperanza entre medio de toda la angustia y tristeza que ha dejado en su paso el coronavirus por Calama y la región. Un recordatorio de los milagros en estos tiempos tan difíciles.

"Éste es un milagro de Dios. Para mí significa mucho porque son meses de angustia, de dolor, pero ahí estuvo Dios".

Ana Blas, esposa de Rafael Chambilla.