Los niños aplicados "contagian" ese rasgo a sus compañeros
Un estudio estadounidense reveló que algo similar sucede con los menores extrovertidos. En tanto, la ansiedad y la baja tolerancia no se transmitirían.
Natividad Espinoza R.
¿Los rasgos de personalidad de los niños están determinados al nacer, o se desarrollan más tarde, según el entorno donde se desenvuelven? Esa fue la pregunta que quiso responder un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.) mediante un estudio recién publicado en la Revista de Personalidad y Sicología Social (Journal of Personality and Social Psychology).
Tras estudiar durante un año escolar completo dos cursos de preescolares -de tres y cuatro años-, la conclusión de los expertos fue que la personalidad de los niños está fuertemente influenciada por sus compañeros, ya que hay rasgos que son "contagiosos". Entre éstos figuran, por ejemplo, la extroversión y el ser aplicados.
De esta manera, si un niño se junta con otro que tenga esas características es muy probable que también las haga suyas. En cambio, se determinó que la ansiedad y la baja tolerancia a la frustración no se traspasan entre un compañero de clase y otro.
La siquiatra infantil de la Universidad de Chile, Macarena Espinoza, manifestó a este diario que pese a que nunca había escuchado algo así, los resultados del estudio le hacen sentido porque "tener 'modelos positivos' dentro del grupo de los pares puede, de cierta forma, influir en la conducta de un niño de edad preescolar". "Sería como un aprendizaje vicario", añadió.
Este último es el tipo de aprendizaje en que se reproducen comportamientos no propios del sujeto como consecuencia de la observación, imitación y/o admiración.
"En la misma línea podría ser comprensible que los niños no repliquen ciertos comportamientos o estados emocionales que traen consecuencias negativas, como la baja tolerancia a la frustración o estados displacenteros como la ansiedad", agregó.