"En esta segunda ola las personas le perdieron el miedo al virus"
Director del Hospital Regional, Enrique Bastías, analiza cómo fueron los meses de verano y por qué se mantiene hasta ahora la alta ocupación de camas críticas. Además, señala que durante la temporada estival recibieron varios pacientes Covid-19 adulto-joven y fumadores, complicando su condición.
A principios de enero la segunda ola de contagios Covid-19 no sólo hizo sentir su presencia con los reportes diarios que cada vez mostraban más casos, incluso superiores a junio y julio, sino que también en la ocupación de las camas UCI.
Por esos días el explosivo aumento de nuevos contagios después de las fiestas de fin de año fue tal, que hasta hubo varias jornadas en las que pacientes debieron permanecer intubados en la Unidad de Urgencia del Hospital Regional (HRA), a la espera de un cupo en los pisos superiores donde se encuentran las áreas críticas.
Esto ocasionó que adoptaran las estrategias que se previamente se idearon y que principalmente consistieron en la habilitación de nuevas camas críticas y el traslado de pacientes, procedimientos que en los últimos dos meses superaron el centenar de personas derivadas a otras regiones.
Así, en estos meses del verano y hasta ahora, el HRA ha estado constantemente bordeando el 100% de ocupación total. Ayer, por ejemplo, esa estadística era del 98%.
Es decir, de las 99 camas críticas que tiene habilitadas el principal recinto médico de la región, sólo dos se encontraban con disponibilidad: una en la en la Unidad de Paciente Crítico de Adulto (UPC) y otra en la UTI del séptimo piso. Esa última ala fue de las primeras que se adaptó para recibir a pacientes contagiados de SARS-CoV-2.
Esto podría tener explicación en varios factores, entre ellos la larga estadía de los pacientes más críticos y que permanecen en ventilación mecánica, la que se puede extender por varias semanas o superar los dos meses, así como también el factor "relajo" durante las vacaciones.
En ese último punto, el director del HRA, Enrique Bastías afirma que "los casos que hemos tenido, y hablamos de la primera ola y la segunda, han mostrado comportamientos muy disímiles. La primera ola fue un poco más larga y empinada. Esta segunda fue mucho más empinada y acotada, lo que tiene que ver con múltiples factores. Evidentemente, factores de distanciamiento creo que de alguna manera se fueron perdiendo después de haber aprendido en la primera ola a habernos cuidado y protegido, mantenido en casa", dice.
Bastías añade que "me da la impresión que las personas le perdieron un poco el miedo al virus. Eso no se puede ver traducido en una irresponsabilidad de que sigamos pensando que el hecho que de no usar una mascarilla o de poder hacer una sociabilización sin las medidas de autocuidado, que eso no va a evitar que prolifere este virus....eso con la vacunación va a bajar muchísimo. Recién el país está empezando y ha ido impecable en el sistema de vacunación, pero no podemos bajar la guardia".
Pacientes jóvenes y fumadores
Haciendo un pequeño balance, el director del HRA señala que a diferencia de la primera ola en donde los pacientes críticos que ingresaban en mayor cantidad eran adultos mayores, ese número se ha reducido para dar paso a personas que desde los 35 años hacia adelante y que se han complicado porque en su mayoría se trataría de fumadores.
"En esta segunda ola hemos tenido pacientes con edades que fluctúan entre los 35 a los 60 años, muchos si bien no han tenido enfermedades basales y mayores a las que uno podría esperar, sí son pacientes fumadores", declara Bastías y explica que esa condición "claramente tiene efectos en el pulmón, y por este virus donde se instala, en las vías áreas de la parte bronquial de todo el sistema respiratorio, una placa que se le tome a un paciente que ya había empezado a dañar su pulmón, sus niveles de recuperación son más complejos y eso lleva a que el organismo al no funcionar ese aparato por sí solo, tenga que usar un ventilador mecánico invasivo".
Sin embargo, y pese a que estadísticamente el 25% de todos los contagios Covid del país ocurren en personas entre los 35-45 años (según el Informe Epidemiológico publicado ayer), "hay menos días promedio en que los pacientes han estado hospitalizados y eso se puede deber a su edad y en la que su recuperación es mucho mayor en comparación con los adultos mayores. Igual hemos tenido adultos mayores, pero en menor cantidad que la primera ola".