Las cenizas de Félix Araya fueron esparcidas en el Calvo y Bascuñán
En vida el exjugador de Deportes Antofagasta había pedido estar por siempre en la casa del Puma.
Deportes - La Estrella
Era su sueño, descansar en el lugar donde vivió cientos de alegrías y también algunas penas vistiendo la camiseta de Deportes Antofagasta.
Félix Araya Calderón había solicitado en vida a sus familiares que sus cenizas fueran esparcidas en algún rincón de la cancha del Estadio "Calvo y Bascuñán", recinto que fue casa deportiva por seis largos años.
Familiares, amigos y exjugadores de Antofagasta se reunieron ayer en el estadio para cumplirle el último deseo a quien fuese uno de los grandes jugadores antofagastinos de la década de los 70'.
Araya estuvo en el club entre 1974-1979. Fue en el último año donde se convirtió en pieza fundamental en la campaña de ascenso, un equipo conformado por jugadores nacionales y en su mayoría del norte (Antofagasta, Mejillones y Tocopilla).
La Agrupación de ex Jugadores del CDA también se hizo presente en el estadio para despedir a uno de los suyos, que siempre estuvo dispuesto en apoyar las campañas solidarias o jugar un amistoso para ir en ayuda de alguna persona o institución.