La Superliga desata una guerra interna en el fútbol europeo
La creación de esta competencia tiene a hinchas, dirigentes e incluso primeros ministros peleando para evitar su puesta en marcha.
Mauricio Riquelme C. - La Estrella
El anuncio de la Superliga tiene a Europa dividida. Hinchas, dirigentes, técnicos y hasta primeros ministros han entrado en una guerra deportiva contra los "12" que integran esta nueva competencia.
La Superliga se funda con AC Milan, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter de Milan, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham.
Según sus principales creadores, Florentino Pérez (Real Madrid), Andrea Agnelli (Juventus) y Joel Glazer (Manchester United), la liga busca generar recursos extras que deben ser destinados exclusivamente para inversiones en infraestructuras y a compensar el impacto de la crisis del covid-19.
La presencia de un banco como principal auspiciador de la Superliga le asegura un ingreso inmediato de 4.190 millones de dólares a los clubes, muy por encima de los 3.880 millones de dólares que entrega la UEFA con sus competencias europeas (Champions, Europa League y Supercopa de Europa).
A estos 12 clubes fijos (esperan incluir otros tres de los grandes de Europa), se sumarían cada temporada cinco nuevos elencos para hacerla más competitiva y llegar a los 20. Jugando partidos a mitad de semana, los tres primeros de cada grupo se clasifican automáticamente para los cuartos de final. Los que terminen cuarto y quinto competirán en un desempate de dos partidos por las posiciones restantes para completar el cuadro.
"liga separatista"
La UEFA, indignada con esta nueva competencia, la calificó como la "Liga Separatista" de Europa.
Están buscando la forma de cómo castigarlos y la primera medida podría ser dejarlos fuera de las semifinales de Champions donde están Real Madrid, Chelsea y Manchester City. El PSG, cuarto semifinalista, no está inserto en la Superliga.
La Premier League (Inglaterra) comunicó por escrito a sus equipos que su reglamento prohíbe a los clubes sumarse a competiciones sin recibir antes su visto bueno, y les instó a distanciarse de la nueva liga.
Y hasta la Unión Europea se ha pronunciado en contra de esta iniciativa pues la considera contraria a valores de la UE tales como la diversidad y la inclusión, apuntó el Comisario Europeo de Modo de Vida, Margaritis Schinas.
"Debemos defender un modelo de deportes basado en valores", dijo Schinas.
El primer ministro británico, Boris Johnson le cerró la puerta a la Superliga. "Vamos a ver todo lo que podemos hacer con las autoridades del fútbol para asegurarnos de que esto no salga adelante como está planeado", dijo Johnson. La autoridad enfatizó en que los equipos son "algo más que marcas globales".
Los hinchas del Liverpool se manifestaron en contra de la Superliga. Colgaron lienzos por las calles de Anfield demostrando su malestar ante una competencia que la consideran como una "traición" al espíritu deportivo.