Cristina Dorador: "La descentralización es la clave, por eso las regiones tenemos que ser protagonistas"
La microbióloga, académica de la UA y constituyente antofagastina, analiza algunos de los tópicos más relevantes y necesarios que deberían garantizar la nueva Constitución chilena.
Si bien el programa constituyente que presentó Cristina Dorador en su campaña cuenta de cinco ejes centrales, cuando se le pregunta cuál tema es el primero que debe estar sí o sí en la nueva Carta Magna, responde sin dudas: la descentralización.
Esa ha sido una de las principales motivaciones que han marcado, desde siempre, el trabajo de la doctora en microbiología del Instituto Max-Planck de Alemania y académica de la Universidad de Antofagasta (UA).
El pasado 15 de mayo la bióloga alcanzó en las urnas la primera mayoría del Distrito 3, apoyada por el Movimiento Independientes del Norte. Su nombre ya suena fuerte para presidir la Convención Constitucional, entidad histórica que redactará las nuevas reglas del juego para los gobiernos venideros, siendo la primera vez que ese proceso se efectúa mediante un proceso eleccionario.
Antofagastina de nacimiento y nortina de corazón, con parte de su infancia viviendo en Mejillones, enamorada del Desierto de Atacama en donde ha dedicado a buscar la vida microscópica en los salares, esos seres invisibles y que aparecen en el microscopio.
"Hay muchas cosas muy importantes, pero la descentralización además se vincula un montón con otros temas. Por ejemplo todos queremos, y esto es lo que yo he notado en la Convención, es el garantizar derechos sociales que es una cuestión transversal, como el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda. Pero ¿Cómo eso se va a implementar en los territorios? ¿Cómo se vincula con la garantía del derecho? Para eso la descentralización es clave, porque nosotros, las regiones, tenemos que ser protagonistas de nuestro destino y no lo somos. Mientras eso no cambie va a ser muy difícil avanzar", afirma de entrada.-
-Ahí es donde surge lo que se planteaba, lo de sesionar fuera de Santiago para dar esa señal de que sea una descentralización efectiva.
Claro. Lo que pasa que están pasando muchas cosas interesantes en el panorama político actual. Es un cambio muy profundo y que también se puede manifestar en la sede del dicho al hecho, porque el ejercicio constituyente que estamos haciendo tiene que verse reflejado en la participación ciudadana.
Eso es crucial, que las personas estén al tanto de lo que está ocurriendo en la Convención, que sea transmitida por streaming o por televisión y que llegue a territorios en que no tengan acceso. Las personas también tienen que tener canales directos de comunicación para poder dar a conocer sus propuestas y nosotros somos representantes de las personas.
En ese sentido, que a priori se diga que la Convención va a funcionaren un palacio en el centro de Santiago llega a ser un poco hasta fuera de lugar en el contexto que todos exigimos, porque la gran mayoría de los constituyentes no es de Santiago. La cosa es que personas que no conozcan las realidades de un lugar las conozcan, porque es súper fácil hacerse una idea de lo que pasa en las regiones cuando no es verdad.
-Usted también ha sido activa en el reconocimiento de la biodiversidad en el desierto, especialmente en los salares del norte. Hoy se habla del proyecto de una Constitución Ecológica y en ese sentido ¿qué garantías se necesitan para que se reconozcan esas áreas en zonas para que sean reconocidas como zonas o áreas sustentables?
-La Constitución Ecológica es una propuesta de varios constituyentes que comprende el cambio de la lógica con que nosotros nos relacionamos con la naturaleza, o sea un cambio de ética en el sentido de que la Constitución tiene que tener un foco en la naturaleza. Es decir ecocéntrico, en vez de antropocéntrico como es actualmente.
De ahí derivan varios derechos que son muy importantes, primero el derecho humano al agua, porque Chile es un país que tiene el agua privatizada y la gente tiene que tener garantizado su acceso al agua y que sea de calidad,
También los ecosistemas, no vaya a ser cosa que se garantice el agua las personas, pero los lagos se queden sin agua. Lo segundo importante es el derecho humano a vivir en un ambiente sano que va más allá de lo que está en la Constitución del 80, que es vivir en un ambiente libre de contaminación porque, hay lugares que sabemos por la ciencia que están contaminados, pero bajo las normativas que tiene Chile no están contaminados.
-Las llamadas "zonas de sacrificio"...
-Por supuesto y eso no debería existir, porque también es un tema de equidad e igualdad. No se puede destinar zonas donde viven personas para la contaminación, el desarrollo industrial sin ningún equilibrio y sólo porque -entre comillas- siguen la 'normativa ambiental'. Eso es inaceptable y más encima el nombre es tan fuerte para las personas, las estigmatiza.
Respecto a la economía, la ciencia juega un rol fundamental, el conocimiento porque va más allá de la ciencia, son los saberes locales, los ancestrales, de la naturaleza. O sea, conocer y poder aplicarlos para otro tipo de economía, ya que también hay muchas propuesta al respecto. Porque a veces también se nos da como a atender eso, que hay una sola forma de hacer sociedad, o el crecimiento económico y todas esas palabras tan grande.
Sin embargo, hay países que desarrollan otro tipo de economías, basada en el conocimiento, basada en industria pero mas pequeña, más local, más colaborativa, más cooperativa ,y no como es actualmente un tema de competencia a escala inmensa como lo es la industria minera, por ejemplo. Seguro, todos necesitamos metales y minerales, pero para cubrir la demanda, en el caso del litio, es necesario explotar muchos salares y eso implica destruir ecosistemas. Entonces, si seguimos en esta lógica consumista de producir, producir y producir, vamos a llegar a un punto de colapso y no vamos a tener donde vivir.
Ese tema del extractivismo (un cambio en el modelo) hay quienes lo toman mal, creyendo que poco menos no habrá más empleos y no es eso, sino que tenemos que prepararnos para el futuro.
-Respecto a la ciencia, si bien se creó el Ministerio de Ciencias y Conocimiento, hace algunos años se redujo el presupuesto para la investigación científica en el país ¿Cuáles son las necesidades o que se tienen con la ciencia y que se deberían subsanar en este proyecto?
- La ciencia es transversal y no se debería ver como un tópico separado de las otras necesidades del país, porque si el país es capaz de generar y valorar su conocimiento, que va de la mano de la ciencia, la tecnología, las ciencias sociales, las humanidades, el arte y la cultura, nos abrimos a nuevas ideas, innovaciones, que a la larga va generando bienestar en la población.
Para que ello ocurra, primero se debe descentralizar el conocimiento, ya que actualmente en Chile es una centralización muy profunda con un 70% de la investigación que se hace en Santiago -del que el 30% somos mujeres y el resto hombres- y además tiene que fortalecerse la investigación en las regiones y ahí también va de la mano con la descentralización, porque las necesidades o las visiones son únicas de los distintos territorios.
Por ejemplo, en Antofagasta falta que se fomente mucho más las humanidades que fue muy importante antes de la dictadura, ya que se fueron cerrando las carreras relativas a esas temáticas y porque esa también es la forma que tenemos de entender lo que nos pasa. No solamente que todo esté relacionado con el tema mercado en las carreras, o en la minería, porque también es necesario pensar la región donde estamos.
Faltan más recursos, Chile se quedó pegado en el 0,36% del PIB que invierte en ciencia y tecnología, por lo que deberíamos avanzar al 1, 2, al 4 o al 6% como otros países. Para ello es necesario que en la Constitución esté consagrado este derecho a la ciencia y al conocimiento.