Ignacio Silva

Tener un compañero de trabajo que falta por largos períodos es una situación anormal en otros países, pero en Chile está lejos de ser atípico o extraño.

De hecho, según datos del último informe realizado por la Cámara de Comercio de Santiago e Inmune, los trabajadores chilenos pierden alrededor de 10,4 días al año a causa de licencias médicas, cifra que está un 53% por encima del promedio OCDE.

Y la situación puede ser más compleja si se tiene en cuenta que esos números son de antes de la pandemia. "El ausentismo laboral siempre ha sido un dolor de cabeza para Chile. Hoy, con una pandemia de por medio, dicha situación ha tendido a crecer especialmente en algunos sectores, generando un impacto negativo en las empresas y reflejando la difícil situación que han debido enfrentar las personas este último año", apunta Camila Espinosa, directora de personas de la consultora Gudcompany.

Según la especialista, el problema tiene como base la baja satisfacción que sienten las personas con sus trabajos. "Esto puede llegar a detonar estrés o ansiedad. Ello además se vincula fuertemente a la sensación de pertenencia y propósito, así como también otros elementos tales como el liderazgo o clima organizacional", explica.

En ese punto coincide Manuel Araya, psicólogo de psyalive.com. "Yo diría que la principal causa del ausentismo laboral es la pérdida del sentido en un espacio de trabajo. El trabajo tiene el potencial de ser algo positivo para las personas siempre que esto tenga un sentido. Un para qué y un por qué", argumenta el profesional.

Para el psicólogo, esa pérdida de sentido se manifiesta en situaciones puntuales que la llevan a tener diferencias con lo que podría ser, por ejemplo, una depresión común. "Cuando el trabajo es la causa, muchas veces lo asociamos con la venida del trabajo: cuando me estoy acercando a la fuente laboral, cuando llega el día que tengo que presentarme, cuando llega un jefe que representa un individuo de mucho estrés, cuando la carga de trabajo genera un estrés", profundiza.

Camila Espinoza agrega que estas situaciones pueden producir "estrés, ansiedad, depresión" que, a su vez, comúnmente son malinterpretados por el entorno. "En nuestra cultura ha prevalecido la tendencia a actuar generalmente desde la desconfianza, sin entender las causas detrás ni cómo las empresa pueden hacerse cargo de esta situación. "Esta persona falta siempre, es irresponsable" o "siempre le pasa algo, yo creo que es mentira", son frases que suelen escucharse cuando una persona deja de asistir de manera continua", dice la especialista.

"Es por eso que hay que estar muy atento cuando surgen estos síntomas. Porque podemos muchas veces confundir, la causa de cuadros ansiosos. Pero debe identificarse cuando son a propósito del trabajo", complementa Manuel Araya.

Equilibrio

Ante el escenario, hay ciertos aspectos que se pueden tener en cuenta a la hora de buscar un empleo. Uno de ellos tiene que ver con la flexibilidad y las posibilidades que esté dispuesto a entregar el empleador ante determinadas situaciones.

"Es muy frecuente ver que los trabajadores no encuentran un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, teniendo que ausentarse o pedir licencias por razones tales como cuidar a un ser querido, responder a tareas asociadas a la parentalidad, o resolver problemas domésticos", ilustra Camila Espinosa. "Lo anterior se acentúa aún más en el contexto chileno, donde si bien el marco normativo que regula estas materias ha avanzado los últimos años, como por ejemplo con los permisos garantizados para el cuidado de un hijo, todavía queda mucho camino por recorrer".

Así, ambos especialistas coinciden en que la solución a la problemática del ausentismo laboral está en gran parte en manos de los empleadores.

"Las empresas cumplen un rol fundamental en el cuidado de la salud mental de los trabajadores. Es importante saber que la mejor empresa no es la que da chances de mejorar la salud mental, sino la que los previene", argumenta Manuel Araya. "Es fundamental permitir que el trabajador pueda reconstruir el sentido de su lugar de trabajo, en el caso de que las condiciones sean reparables. Se puede hacer a través de la disminución de la carga laboral, escuchando a los trabajadores. Que el lugar de trabajo sea nutritivo".

Camila Espinosa, por su lado, apunta a que para mejorar los índices de ausentismo las organizaciones deben gestionar de manera activa las causas detrás del compromiso y satisfacción laboral. "Por ejemplo, transmitiendo de manera clara el propósito de la empresa y ayudando a que los colaboradores encuentren un sentido en su trabajo. También, fomentando un buen clima laboral y promoviendo una cultura de trabajo en equipo", comenta.

Luego prosigue: "En segundo lugar, es fundamental que las organizaciones avancen en políticas que favorezcan mayor flexibilidad laboral, así como también ofrecer más canales para escuchar y entregar beneficios que se ajusten a las diferentes necesidades de los trabajadores. Finalmente, y mirando el lado positivo y aprendizajes para el futuro, la pandemia ha demostrado que introducir más espacios de flexibilidad sí es posible, sin sacrificar necesariamente la productividad cuando es bien manejado".