Joven pagará con 10 años de cárcel por accidente que cobró la vida de tres personas y dejó cuatro heridos
Tragedia ocurrió el 1 de enero del año pasado en la Ruta 1, entre Mejillones y Hornitos.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
Fue un dramático comienzo de 2020, que devastó a varias familias e impactó a los antofagastinos.
El 1 de enero del año pasado, la Ruta 1, entre Mejillones y Hornitos, se convirtió en el escenario de un terrible accidente que le arrebató la vida a tres miembros de una familia que iba de paseo a la playa. Las víctimas fatales fueron Juan Germán Peralta Herrera, de 55 años; su hijita F.M.P.C., de 8, y su nieta M.A.P.G.(9)
El hecho además dejó otros cuatro heridos, dos de ellos también integrantes del grupo familiar.
Quien causó la dolorosa emergencia fue R.A.C.M., un joven llevado a juicio la semana pasada y al que el viernes el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal declaró culpable.
Ayer se dio lectura a la sentencia definitiva, que impuso a R.A.C.M. una pena de 10 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito consumado de conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad causando muerte, lesiones graves y leves.
En fallo unánime los magistrado, además, le aplicaron las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, la inhabilitación absoluta para profesiones titulares durante el tiempo de la condena y la inhabilidad perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica. A ello se suma el pago de una multa de 20 UTM.
Cuando el fallo quede ejecutado, se le tomará muestra biológica para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados. Además, los jueces decretaron el comiso del vehículo marca Jeep que manejaba al momento del accidente.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que los hechos ocurrieron cerca de las 12.30 horas, cuando el sentenciado conducía en dirección al sur y, a la altura del kilómetro 74, "debido a que sus capacidades psicomotoras, perceptivas y reactivas se encontraban disminuidas por la ingesta alcohólica lo que se acreditó mediante la alcoholemia de rigor, desvió su desplazamiento hacia la izquierda, traspasando el eje de la calzada" y obstruyendo la normal circulación del vehículo marca Kia modelo Cerato que circulaba en la pista derecha, colisionándolo frontalmente.
La prueba respiratoria del sentenciado arrojó 1.75 gramos de alcohol por litro de la sangre, mientras que la alcoholemia estableció que conducía con una dosificación de 1.54 gramos de alcohol, añade el fallo.
Además, mantenía la licencia de conducir suspendida por 5 años y cumplía condena por conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad.