Placa recuerda a Joaquín Espinoza, asesinado por militares en 1973
El trabajador fue una de las primeras víctimas de la dictadura en Antofagasta: memorial está en el edificio de la Intendencia, mismo lugar donde fue ejecutado.
Con un clavel rojo en su mano y en una ceremonia marcada por la emoción, el gobernador regional, Ricardo Díaz, develó este sábado una placa en el edificio de la Intendencia de Antofagasta, la cual recordará perpetuamente la memoria de Joaquín Espinoza Ojeda. Espinoza, trabajador marítimo de 36 años, fue asesinado en el edificio el 15 de septiembre de 1973 a manos de los militares, tras el golpe.
Ese día, la información oficial entregada por los militares señalaba que Espinoza era un "activista político" y lo acusaba de haber volcado un vehículo militar en El Trocadero "con intenciones asesinas". La versión de la naciente dictadura buscó justificar su asesinato: En la revista "Ercilla" (26 de septiembre), se narraba cruelmente lo ocurrido: "En la puerta principal que mira a la Plaza Colón, el extremista Joaquín Espinoza Ojeda, de 36 años, detenido por causar el volcamiento de un vehículo militar, atacó a golpes y mordiscos al oficial que debía interrogarlo. Fue muerto en el lugar por la guardia. Acción suicida y hecho aislado".
Sin embargo, la Comisión Rettig (1991) determinó que Espinoza fue ejecutado y que la versión oficial no era coherente. "El día de los hechos, el automóvil de Espinoza sufrió un desperfecto en una calle de la ciudad de Antofagasta, deteniéndose para tratar de repararlo. En ese momento y cerca del lugar en que se hallaba estacionado, chocó un jeep militar con una camioneta, accidente del cual se responsabilizó al afectado, llevándolo detenido a la Intendencia", dice el texto.
Familia
Su hijo, Joaquín Espinoza Barraza, dijo que tenía "sentimientos encontrados" tras la ceremonia. "Es difícil explicarlo, porque es un ser querido que se fue, un padre que se fue (…) no tenemos odio, solamente buscar la justicia, y lo que pasó hoy a lo mejor tenía que haber pasado hace mucho tiempo, pero más vale tarde que nunca".
En tanto, su hermana María Cristina Espinoza reflexionó en la necesidad de respeto a la diversidad de ideas y opiniones. En ese sentido, comparó lo ocurrido en 1973 con lo de 2019. "Se volvió a repetir algo similar con personas que se creen el derecho de porque tienen las armas, de hacer, quitar vidas, hacer sufrir a las familias".
Finalmente, el gobernador regional Ricardo Díaz enfatizó que rescatar la memoria de lo ocurrido en el edificio es el camino para concientizar de que ocurrieron graves delitos por parte del Estado durante la dictadura militar. "Un pueblo que no tiene memoria está condenado a repetir los mismos trágicos sucesos. Estamos viviendo tiempos complejos, unos pocos se creen dueños de la verdad y creen que son capaces de anular, de cancelar, de funar a otras personas solo porque piensan distinto".
36 años tenía el trabajador marítimo al ser asesinado en la Intendencia de Antofagasta.