Ricardo Muñoz Espinoza

La cuarta ola de contagios por el virus SARS-CoV-2 protagonizada por las variantes Delta y Ómicron trajo de vuelta el colapso en el servicio de Urgencias del Hospital Regional de Antofagasta (HRA), en el que la alta demanda de atenciones por cuadros respiratorios ha provocado que pacientes estén hasta por 15 horas esperando para ser atendidos.

Pero con respecto a la ola de contagios que afectó a la región hace un año exacto y en la que también hubo episodios de colapso en donde los pacientes afectados por Covid-19 y cuadros respiratorios llegaban grave al recinto y casi directo a ventilación mecánica, actualmente ocurre todo lo contrario porque la alta congestión se ha concentrado en personas con la enfermedad leve.

El problema entonces radica en el número de personas que están llegando al mismo tiempo para pedir atención, teniendo en cuenta que la Urgencia del HRA al ser de referencia de la Macrozona Norte también recibe pacientes de otras regiones, no sólo por enfermedad respiratoria, sino que por cualquier patología de alta complejidad o accidentes en el que es necesario un traslado hasta el recinto.

"El Servicio de Urgencia está colapsado. Por lo menos en una o dos semanas tenemos un aumento muy significativo en los casos respiratorios, que en general son leves pero demandan mucha atención por volumen más que por complejidad y a la vez no han disminuido los pacientes complejos que necesitan de hospitalización. Hemos tenido que rediseñar la Urgencia para dar atención a todos, pero no ha sido suficiente", comenta el médico y Urgenciólogo del recinto, Brian Muñoz.

El profesional explica que pacientes con patologías respiratorias leves están esperando cuatro horas para ser atendidos y aquellos que deben ser hospitalizados entre seis a ocho horas, ya sea por consulta o antecedentes previos de salud.

Pero también hay quienes extienden ese tiempo. Sólo en el momento en que el médico relataba la situación vivida en el servicio en su turno de 20:00 a 8:00 de la mañana, seis personas estaban con más de 10 horas de espera y uno sumaba 15, todos entre mediana y baja gravedad y varios por causa respiratoria.

Esto se debe a que cuando los pacientes ingresan a la Urgencia son atendidos dependiendo de su condición, por lo que tienen prioridad aquellos que están más graves, críticos y con riesgo vital, por lo que para descongestionar la recomendación es que aquellos en categorías más leves acudan a recibir atención en los Cesfam o SAPUs.

"Actualmente cada médico tiene entre ocho a 10 pacientes a cargo y no hay más espacio donde poder seguir atendiendo", agrega.

El problema también se complica más es el desconocimiento debido a que están llegando pacientes para solicitar exámenes PCR, otros que son enviados por mineras para un control médico, o hasta personas Covid-19 positivo en busca de licencia.

El profesional añade que esto ha traído consigo conflictos como agresiones verbales o hasta físicas a los funcionarios.

"Es entendible su molestia, pero no encontramos soluciones con las condiciones que tenemos actualmente. En verdad el equipo se está desgastando a full, en turnos en 12 horas en que no paramos y a pesar de eso no damos abasto y no podemos atender a la gente como se merece", lamenta.

El director (s) del HRA, Francisco Bueno, agrega que "estamos viviendo los efectos de la nueva variante de coronavirus que está circulando, porque a Urgencia están llegando muchos pacientes con cuadros respiratorios leves. A ello hay que sumar demandas que podrían ser atendidas en la salud primaria y solicitudes de servicios que no tienen relación con las prestaciones propias de Urgencia".

El director (s) manifiesta que están trabajando en redireccionar recursos y evaluando con el Servicio de Salud y los gremios del HRAl las opciones más viables para enfrentar la alta demanda vive la unidad de Urgencia.

"La población debe saber que nosotros estamos redoblando los esfuerzos para poder entregar una atención adecuada", agrega, recordando que las medidas preventivas son las formas, además, de ayudar a no propagar aún más la enfermedad: uso correcto de la mascarilla, lavado de manos, distanciamiento físico mínimo de un metro de distancia, evitar las aglomeraciones.