Andre Pierre Malebrán Tapia

En Perú los 5 de abril no son fáciles. Fue en ese día de 1879 que arrancó la guerra del Pacífico contra Chile, u otra infame de esas jornadas, la de 1992, cuando Alberto Fujimori dio el autogolpe todavía tan fresco en la memoria peruana. Y nuevamente, 30 años más tarde, en el mismo 5 de abril las tensiones sociales no encontraron más su válvula de escape y la posibilidad de que Pedro Castillo (Perú Libre) sea cesado se acrecientan.

A las 2 de la madrugada comenzó un toque de queda que se extendió hasta la medianoche. El motivo fue resguardar a Lima de un supuesto ataque coordinado por grupos que "bajarían de los cerros a atacar el centro de Lima", como lo indicaban sus servicios de inteligencia.

Pocas horas más tarde los vecinos del norte eran testigos de un nuevo estallido social con saqueos, incendios y todo lo que desde Chile bien conocemos. En las calles de San Isidro, Miraflores, o del Callao el grito era uno solo "¡Fuera Castillo!". Pero ¿cómo llegamos tan pronto a una nueva inestabilidad política en Perú?

Para Elizabeth Andrade, presidenta en Antofagasta de la colectividad peruana Flor de la Canela, y dirigente de la Red Nacional de Migrantes de Chile, una de las claves para entender este conflicto es la confrontación Lima y los pueblos autóctonos del interior del Perú. "Pedro Castillo es un político polémico con mucha desaprobación de Lima, entonces lo que yo creo que está pasando es que se le está pasando la cuenta por las cosas que se prometieron en campaña que ahora en la realidad no suceden… Poco apoyado en términos económicos, porque los grandes empresarios no han querido invertir en el Perú. Pero el pueblo no mira esas posiciones y ahora se revela. Ya ha habido muertos y saqueos porque la inflación se ha apoderado del Perú, y obviamente crea inestabilidad política y social", comenta.

"Pero todos tenemos claro que esto va más allá de él como persona, sino de todo un sistema neoliberal que sabe atacar las nuevas propuestas, porque Pedro Castillo es una nueva propuesta", agrega.

Por su parte Edmundo Frías Llanos, dirigente de la colectividad peruana, es enfático en señalar que "yo creo que se va a la vacancia el señor Castillo".

"Está bien que sea el presidente, pero se está tomando muchas atribuciones. El 5 de abril anunció a las 2 de la mañana que había toque de queda, pero sin tiempo le dijo a la opinión pública, a todos los peruanos que tenían que ir a trabajar y estudiar […] Desde Fujimori que ya viene esta debacle en Perú de que todos los presidentes se dedican a robar, a hacer daño llenándose los bolsillos y no ven por el pueblo nada", reflexiona el hombre radicado en Antofagasta.

Conflicto

Al poco andar de la sorpresiva medida del martes, se